Su sueño es ser abogado como su padre, a quien analizó durante sus años de infancia cuando lo idealizó como su ejemplo a seguir.
Ahora, Manuel Luna Vargas, ya mayor de edad, siente su sueño cada vez más cerca de cumplirse y sabe más que nunca que con su preparación y ganas de estudiar son la llave para que se cumpla y llegar a ser un buen abogado y enorgullecer a su modelo de profesional, su padre.
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“Siempre lo tuve presente, estuve seguro de mis metas, desde que estaba en la primaria”, asegura el mejor bachiller del colegio fiscal Vicente Rocafuerte de Guayaquil del año 2011.
Hace poco tuvo un gran impulso, gracias a su excelencia académica, Manuel fue uno de los ganadores de 250 casas que el Municipio de Guayaquil entregará, en los próximos días a los mejores bachilleres de los colegios fiscales y fiscomisionales de Guayaquil, como premio dentro del programa Jóvenes Emprendedores.
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Fue en marzo pasado cuando Manuel se enteró de que ganó la casa. Recuerda con claridad ese momento. “Fui a ver unos papeles al colegio y me quedé conversando con unos amigos y se me acercó el vicerrector del colegio y me dio la noticia”, relata. Cuando habla del premio que les está por entregar el Municipio, se evidencia su emoción, pero enseguida se calma y reflexiona, pues asegura que el premio lo considera solo como un escalón y está consciente de que su carrera empieza.
“Quiero hacer una maestría y un doctorado en Jurisprudencia”, dice convencido este sobresaliente alumno que se graduó de bachiller con un promedio de 19,94.
Manuel fue el mejor bachiller en el Vicente Rocafuerte, pero el Cabildo, según su cronograma de premios, distribuirá en ese establecimiento 4 casas más, 60 laptops y 125 pases gratuitos para la Metrovía, que son parte de las 250 viviendas, 2.500 computadoras portátiles y 5.000 pases libres para transporte público municipal que se repartirán entre 124 colegios fiscales de Guayaquil, como premios del primer concurso de Jóvenes Emprendedores que inició el año lectivo 2011-2012.
Sobre el premio, Manuel y sus padres ya decidieron que el Cabildo le construyera una casa, aunque también pudo elegir el dinero equivalente de la vivienda, que son 6.000 dólares, para utilizarlos en becas para seguir sus estudios secundarios, sin embargo, el querer y poder ayudar a sus padres fue más fuerte en este joven ejemplar que ya cursa el primer año de Jurisprudencia en la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil. “Quiero ayudar a mi mamá (Kendy Vargas), ella es maestra en Arte y Confección, pero hace poco tuvo una caída y se lastimó”, lamentó el joven, quien las ganas de avanzar y crecer lo llevaron a lograr la excelencia.