Quiteño nacido el 12 de abril de 1844, monseñor Federico González Suárez ocupa un merecido lugar en la memoria patria, pero no queda exento del análisis de su actuación pública en los difíciles momentos que enfrentó como alto prelado de la Iglesia católica ecuatoriana, por ejemplo en 1910 ante el inminente enfrentamiento bélico con el Perú, y en enero de 1912 cuando ocurrió el asesinato del general Eloy Alfaro en la capital de la república.