Algunas distribuidoras farmacéuticas del centro de la ciudad, en Alejo Lascano y Ximena, desde ayer no venden antiinflamatorios sin receta. Pero otras en el norte y sur de la ciudad aún las comercializan libremente, pese a la prohibición del Ministerio de Salud Pública, que estableció –el viernes pasado en su página web– que estas medicinas ocultan la enfermedad del dengue y la agravan.