Son conocidas tanto en Samborondón como en el país por ser destacadas educadoras y orientadoras. María Helena, en Orientar, y Beatriz, en 5entidos. Ambas tenían otros planes, pero coincidieron en esta vocación que comparten y en la que se complementan hace más de una década.
“Venimos de una familia de educadores. Hemos respirado en el ambiente el deseo, la responsabilidad de servir a través de nuestras capacidades”, comenta María Helena mientras Beatriz agrega: “Las dos estamos en la educación. Tenemos que ver con las familias también, no solo con los alumnos”.
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En efecto, Eduardo Manrique y Clemencia Miranda (sus padres) han sido reconocidos profesores, y su abuelo, David Miranda, es recordado en un colegio fiscal en el sur de Guayaquil que lleva su nombre.
Con la vocación en sus venas, María Helena entró a trabajar como profesora de Cívica en el Liceo Panamericano cuando tenía 17 años. “Dando clases me di cuenta de que me gustaba reflexionar en temas y guiar a mis alumnos”, dice al explicar cómo incursionó en las clases de Formación Cristiana y Valores; rama en la que posteriormente se le une su hermana. “Yo los tenía en tercer curso y María Helena en cuarto. Ella ha sido mi jefa y es muy exigente, pero como soy su hermana menor, obedezco”, detalla entre risas, Beatriz.
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Posteriormente, en la universidad, estudiaron otras carreras: María Helena, periodismo y Beatriz, teatro, mas ninguna de las dos finalizó la carrera porque se casaron jóvenes.
Vidas paralelas
Como si fuera poco coincidir en la vocación, nacieron en la misma fecha con un año de diferencia. María Helena, el 21 de septiembre de 1964, y Beatriz, el 21 de septiembre de 1965.
María Helena consolidó su relación con su enamorado (en ese entonces) y Beatriz, 6 meses después. Casi de la misma forma, María Helena se casó en septiembre del 85, Beatriz 6 meses después y cuando María Helena se embarazó de su primer hijo, Bacha (como le dicen de cariño) al mes siguiente.
Juntas decidieron estudiar orientación y se graduaron en el 2001 como licenciadas en Orientación Familiar y tecnólogas en Gestión Social. “Se abrió la licenciatura en la Católica con un horario que era ideal para nosotras que éramos madres”, recuerda Beatriz, María Helena acota al respecto que fue una gran idea de su hermana.
Como es evidente, su trabajo como orientadoras es una ventaja que tienen. “Es un regalo de Dios que lo que aprendí de mi vida profesional, lo pude aplicar a mi familia”, dicer María Helena, quien se siente feliz de haber compartido media vida junto a su esposo, Rafael Lecaro, con quien tienen 6 hijos: Rafael (24 años), Ana Cristina (23), Ricardo (21), Micaela (19), José Andrés (14) y Carlos (9).
A Bacha, según dice, de su trabajo le ha servido la disciplina, que le ha ayudado a formar a sus hijos en “visualizar metas y perseguirlas”. Ella, junto a su esposo Ramón Fernández (Jr.), tiene 4 hijos: María Beatriz (24 años), María Gabriela (22), Ramón (19) y María de los Ángeles (16).
María Helena se ha entregado al mundo académico. Tiene 30 años trabajando en el Liceo Panamericano y desde el 2010 es la vicerrectora. “Beatriz siguió, yo me quedé atrapada en el colegio”, dice y sonríe al comentar que su hermana obtuvo la maestría como Psicoterapeuta Familiar.
En el 2005, María Helena abrió Orientar, entidad que ya tiene 6 años de existencia y ha acogido a 14.000 personas en las diferentes charlas y talleres.
“Existe una alianza entre el Liceo Panamericano y Orientar para que los estudiantes asistan de forma gratuita”, detalla María Helena.
5entidos (cinco sentidos), en cambio, tiene 8, dedicado a las terapias organizacionales. “Así como hay terapeuta para la familia, hay terapeuta para las empresas”, enfatiza Bacha.
Ellas se complementan y ayudan en los eventos que requieren de la experiencia de la otra.
Sus metas
María Helena sueña con que la formación en valores se masifique en todas las instituciones educativas fiscales. Respecto a su gestión en el Liceo Panamericano, aspira a que los padres tengan mayor contacto con la institución. También prevé estudiar una maestría en Orientación Familiar o en Dirección de Centros Educativos.
Beatriz busca retomar la labor social que solía hacer con los chicos trabajadores de las calles. También le gustaría “formar a los docentes”. Además, pretende formar un grupo de teatro “como hobbie”.
Dicen de ellas
“Ambas son muy dedicadas a la familia, tienen una vocación innata que les lleva a guiar a la juventud y eso se refleja en su propia familia”.
Ana Suárez
exalumna de María Helena y Beatriz