En Mucho Lote, Villa España y Las Orquídeas, sus habitantes toleran la pestilencia que fluye de los distintos canales de aguas lluvias que rodean esas zonas, por los desechos que ahí se arrojan, pero además deben sobrellevar la proliferación de mosquitos, un mal que persiste incluso en época de verano.
“Esto es horrible, es una situación que ya no se aguanta, desespera”, manifiesta Suseti Alvarado, moradora de Mucho Lote, etapa dos. Indica que durante todo este año ha habido “mosquitos en abundancia”, y que resultan insuficientes las fumigaciones que –afirma– se realizan entre una y dos veces por semana.
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Su vivienda está cerca a un canal ubicado junto a la vía Terminal Terrestre-Pascuales, pero en esos sectores se reportan otros canales en donde las aguas están represadas y llenas de maleza y basura.
Jorge Soto, otro morador, coincide con Alvarado en que a propósito de la proliferación de mosquitos ha tenido que adoptar medidas de protección, como instalar mallas en sus ventanas, colocarse repelente y dormir bajo toldo. Lo mismo ha debido hacer Dora Figueroa, quien reside junto con su hija Estefany en Mucho Lote, etapa 2, desde hace ocho meses.
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“Siempre hemos tenido este problema con los mosquitos”, concuerdan Figueroa y Soto.
Angélica Peñafiel, su esposa, y Daniel Aroca, otro residente, coinciden en que aunque en sus sectores se respetan los horarios de recolección de Puerto Limpio para botar sus desechos, habitantes de otras zonas hacen del canal su botadero “a cualquier hora del día”.
Residuos de plástico, madera, cartón y hasta animales muertos están dispersados a lo largo de los canales, lo que influye en la proliferación del mosquito anofeles, el que transmite el paludismo, apunta el epidemiólogo Lenin Vélez, del Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria (SNEM).
“Los mosquitos del dengue (Aedes aegypti) no se encuentran en los canales, sino en nuestras casas”, aclara el especialista, y sostiene que aunque la institución realice todos los días fumigaciones, “el problema no desaparecerá si la ciudadanía no coopera”.
Para esto, Vélez indica que no se debe arrojar basura a los canales y que las mismas familias deben hacer controles dentro de sus hogares, especialmente en los patios. “Para evitar el dengue no hay que gastar una gota de insecticida, solo no hay que permitir que se estanque (el agua) en sitios donde puede reproducirse este mosquito”, dice el funcionario.
El doctor José Dueñas, también del SNEM, explica que en Guayaquil trabaja un equipo de 24 brigadas durante todo el año. Cada una integrada por cinco fumigadores y un inspector.
Acota que para cada etapa preinvernal, el SNEM trabaja junto al Municipio e Interagua para tratar estos canales. “Se hacen limpiezas, luego el agua fluye pero la gente no ayuda y vuelve a botar basura”.
John Lama, coordinador de la Dirección de Salud del Municipio, cuenta que hace unas semanas Interagua destaponó estos canales.
“Siempre en Mucho Lote se reporta este tipo de inconvenientes y para la etapa invernal junto con nuestras brigadas se hacen fumigaciones en ese sector y sus alrededores”.
Entre enero y mayo próximos, señala Lama, se realizará la campaña de fumigación 2012, para lo cual se cuenta con un equipo de doce brigadas (cuatro miembros en cada una) y el mismo número de camionetas, con sus respectivos operarios.
“Sí vienen a hacer fumigaciones, pero necesitamos que ya se solucione este problema”, exige Xavier Cervantes, otro morador del sector.
Él sugiere que se alumbren bien los alrededores de los canales para que no sirvan de botadero.
Detalles: Prevención del dengue
Tips
El SNEM considera que para evitar la reproducción del mosquito del dengue se tomen medidas como: lavar y cepillar bien los tanques, al menos una vez a la semana. Eliminar o reponer las llantas, tarrinas, botellas o todo recipiente servible o inservible que se encuentre en el patio y recolecte agua. Mantener bien tapados los tanques elevados o cisternas. Cambiar el agua de las plantas acuáticas y de los bebederos de animales cada 3 o 5 días. Rellenar de arena las botellas con pico roto que se colocan en fachadas de casas.