Cada vez son más las mujeres que se interesan por esta práctica que ayuda a ejercitarse y desarrollar la sensualidad femenina al mismo tiempo. Combina técnicas de baile y gimnasia que además de fortalecer todos los músculos del cuerpo, moldean la figura.

En Guayaquil ya hay varias escuelas que ofrecen esta modalidad como una opción. PINK Fitness Studio y Grupo la Fiexta son dos de ellos, ubicados en Puerto Azul y Kennedy Nueva, respectivamente.

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Éricka Cajas practica pole dance desde hace tres años y medio, cuando empezó a tomar clases motivada por artistas que realizaban este baile en películas.

Así se interesó cada vez más en hacer esta actividad profesionalmente y decidió colocar un tubo en su casa para practicar a diario. “Me di cuenta de que era algo que aprendía rápido, y me decía: cómo quisiera que todas las mujeres hagan esto porque aparte de mantenerme sana, me subía mucho la autoestima”, comenta. Fue así como decidió ir a capacitarse como profesora en el Miami Pole Dance Studio y finalmente montó su propia escuela en la que atiende 57 alumnas en todos los niveles cuya duración depende del progreso de cada persona. “Me interesa que a cada una le salga el movimiento lo más artístico posible, por eso no atiendo a más de 5 alumnas por clase”, explica.

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Ángelo Carvajal tiene 33 años y es el instructor de Pole Dance en la escuela de baile Grupo la Fiexta. Él aprendió esta técnica en escuelas de Argentina y Chile y explica que junto a Mónica Cuesta fueron los pioneros de esta práctica en Guayaquil. Es profesor de baile, de cultura física y balletista.

Se inició dictando clases en el Motion Dance Studio en el Megamaxi de Los Ceibos pero luego se unió al Grupo la Fiexta donde dicta clases a 15 alumnas por sesión. Esta escuela cuenta con 9 años y la mayoría de las estudiantes tiene de 17 años en adelante. “No hay una edad específica para practicarlo pero esa edad es a la que la mujer se empieza a interesar por desarrollar una musculatura definida y con pole dance lo logran de una forma divertida”, comenta Carvajal.

Cuerpo y mente
Entre los beneficios que ofrece esta práctica está la pérdida de 300 a 500 calorías por cada hora de práctica, trabajando todos los músculos y desarrollando la flexibilidad. Además, tonifica cada músculo, “es como practicar gimnasia olímpica solo que se trabaja con una barra vertical”, explica Carvajal y Cajas agrega que esto se debe a que nunca se soporta más del peso del propio cuerpo, evitando que se creen músculos muy anchos o toscos y quede una musculatura definida y femenina. Es un ejercicio que ayuda a mejorar la postura y hace que la mujer se sienta más segura al ver que logra movimientos que creía imposibles.

Ambos entrenadores comentan que no hay peso o tamaño que limite a quien desee practicar pole dance. Para esto existen varios niveles, desde básicos hasta avanzados y cada alumna muestra un progreso según su compromiso y constancia. “Lo único que se necesita es tener ganas, actitud, fuerza y dedicación”, indica Carvajal.