El primer caso de la enfermedad que hoy se conoce como VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) se oficializó hace 30 años a nivel mundial en Estados Unidos.

En ese país los médicos comenzaron a observar enfermedades como el sarcoma de Kaposi (un tipo de cáncer de piel) y neumonías, dolencias comunes en homosexuales.

Entre 1980 y 1984, los científicos estadounidense Robert Gallo y el francés Luc Montagier contribuyeron a identificar y detectar este virus al que se llamó Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).

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La directora de la clínica de VIH del Hospital Guayaquil, Nelly Áviles, señala que se lo denominó así porque ataca las defensas, por eso al principio se pensaba que era cáncer.

La viróloga del Instituto de Higiene Leopoldo Izquieta Pérez, Aracely Álava, recuerda que a principios de los ochenta esta enfermedad llamó la atención porque hombres jóvenes morían de neumonía carinii, una infección pulmonar causada por un hongo, la cual no producía mayores estragos en otras poblaciones, pero sí en este grupo, el que además tenía deficiencia del sistema inmune.

En Ecuador, según datos estadísticos del hospital de Infectología José Daniel Rodríguez Maridueña, el primer caso se detectó en agosto de 1984.

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Desde esa fecha hasta el 2010, en Guayas se han reportado 11.141 personas con VIH, 5.089 llegaron a fase sida y de estos se registraron 4.302 defunciones.

El primer caso fue atendido en Solca y el segundo en Infectología, en el que actualmente más de 5.000 personas reciben tratamiento antirretroviral.

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Acela Trujillo, quien era trabajadora social en 1984 del hospital de Infectología, rememora que los primeros cinco pacientes que atendió llegaron en fase sida. “Era gente que había vivido en Europa, en Estados Unidos, que venían diagnosticados con sida y que llegaban con la esperanza de terminar sus últimos días con sus allegados en su tierra”.

El exministro de Salud Francisco Andino recuerda que en 1984, mientras cursaba el cuarto año de Medicina junto a sus compañeros Miguel Zalamea y Alberto Landívar, también estudiantes de esa carrera, a pedido de Zalamea, quien trabajaba en la Unidad de Ciencias Forenses, los convocó a hacer una autopsia. “Fuimos con las protecciones básicas, y a la semana nos enteramos por la prensa que ese era el primer caso de sida”, expresa Andino. Eso le causó “susto”, por lo poco que se sabía del mal, lo que también se reflejaba en la atención de los médicos tratantes, quienes desde lejos observaban a los pacientes con VIH y enviaban a los residentes a revisarlos.

Trujillo señala que al principio el primer equipo del hospital de Infectología, conformado por el doctor Freddy Cobos, ya fallecido, la enfermera Isabel Rosero y ella, no estaban preparados porque se escuchaban muchos mitos sobre el virus. “Nos vistieron con toda una indumentaria: zapatos, botas de telas, mascarillas, ropas especiales; había temor de acercarse porque se creía que era altamente infecciosa”, dice ella.

Luego reconoció que eso no era necesario y optó por quitarse la mascarilla. La consejera enfatiza que no se trata de cómo se contagió una persona, sino de cómo ayudarla a estar mejor, porque la expectativa de vida hace 25 años, debido a que el avance científico en el país era incipiente, estaba entre seis meses y un año.

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Álava, quien trabaja desde 1969 en el Instituto de Higiene, recuerda que en 1984 los primeros casos en Guayaquil se los identificó de manera clínica, pues aún no habían llegado las pruebas de elisa (identifica a los grupos en riesgo) ni las confirmatorias Western Blot (diagnostica si es positivo o no).

En 1985, Estados Unidos comenzó a detectar el virus a través de ambos exámenes.

El Instituto de Higiene lo hizo ese mismo año, pero con las de elisa, y en 1989 con las confirmatorias. Álava recuerda que debido al alto costo de cada Western Blot ($ 300) optaron por trabajar en 1993 con las de inmunofluorescencia indirecta, que eran menos costosas.

Andino señala que como no había con qué tratar la enfermedad, los pacientes que llegaban a Infectología lo hacían para morir. “Era un depósito de carne”, indica el exministro, pues apenas se les daba medicinas para combatir la fiebre.

A finales de 1998, la Fundación Padre Damián donó los primeros antirretrovirales. “Nos decían que estaban caducados; pese a ello, los pacientes los tomaban y 20 aún viven”.

En el 2000, el entonces Congreso Nacional aprobó la Ley de Prevención y Asistencia Integral de VIH/sida, pero la entrega de antirretrovirales se cumplió en el 2002, cuando el Programa Nacional de VIH/sida empezó a entregarlos. Desde esa fecha el desabastecimiento es constante. El Ministerio de Salud no indicó qué planes tiene para afrontar el VIH en el país.

El VIH en Ecuador: Antecedentes
En 1981 se detecta y reporta a nivel mundial el primer caso de VIH.

Tres años después, en 1984, Guayaquil registra su primer caso en la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca), otros cinco se reportaron en el hospital de Infectología José Daniel Rodríguez.

A finales de 1980, las pruebas positivas en comparación hombre-mujer era de 20 a 1, en 1993 la relación disminuye 7 a 1. En el 2011, según la directora del hospital de Infectología, Alicia Espinoza, la cifra es de 3 a 1.

En 1989 se reportaron los primeros casos de mujeres infectadas con VIH en el hospital de Infectología.

En 1991, en el hospital Francisco de Ycaza Bustamante se atiende a la primera embarazada con VIH. En Infectología fue en el 2001.

En 1998, Ecuador recibe su primera donación de antirretrovirales de la Fundación Padre Damián. A ella se sumarían luego Aid for Aids. Esto sucede 13 años después de que Estados Unidos aprobara el primer antirretroviral, que fue la Zidovudina.

En el 2000, el Congreso Nacional aprobó la Ley de Prevención y Asistencia Integral de VIH/sida, que solicitaba la creación de un Instituto Nacional de Sida y un banco de medicamentos gratuitos.

Ante el incumplimiento de esta ley, un grupo de pacientes demandan al Estado en el 2002 para exigir la entrega de antirretrovirales.

A finales del 2002, los pacientes con VIH reciben este tratamiento en el hospital de Infectología.

En el 2007, el Programa Nacional de VIH/sida firma un convenio con la maternidad Enrique Sotomayor para la entrega de antirretrovirales y otros insumos para el programa de prevención vertical para evitar que las embarazadas infecten a sus hijos.

En el 2008 el coordinador de la Cruz Roja Provincial del Guayas, Segundo Echanique, denunció la falta de antirretrovirales e insumos para VIH.

Desde marzo pasado hay escasez de antirretrovirales en Infectología. Efavirenz, Lamivudina y otros se entregaban antes para dos meses; ahora, para 3, 7 o 15 días.