AFP
CIUDAD DEL VATICANO.-
La beatificación del papa Juan Pablo II, quien falleció el 2 de abril del 2005 a los 84 años tras una larga enfermedad que el mundo siguió en directo, es el paso previo a la canonización y se lleva a cabo en un tiempo récord, inferior a los cinco años habitualmente necesarios para iniciar el proceso.

El nuevo beato, entre los papas que más tiempo han ocupado el trono de Pedro, transformó el rostro de la Iglesia en casi 27 años de pontificado.

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Su beatificación será el Día del Trabajo, una coincidencia feliz ya que durante su juventud Karol Józef Wojtyla fue obrero metalúrgico, además de gran defensor del sindicato independiente polaco Solidaridad, que dio lugar al movimiento en los años 80, contribuyendo a la caída del comunismo en Europa del este.

Unas 300.000 personas, entre ellas polacos, españoles, franceses llegarán en trenes, aviones y buses especiales a Roma para asistir a la ceremonia, la cual será presidida por uno de sus colaboradores más cercanos, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy papa.

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A la víspera, el 30 de abril, se celebrará una misa de preparación en el Circo Máximo, en el centro de Roma, mientras el 2 de mayo será oficiada una misa de acción de gracias en la plaza de San Pedro, presidida por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado.

La sepultura definitiva de los restos de Juan Pablo II se realizará sucesivamente en la basílica de San Pedro, en la capilla de San Sebastián, al lado de la capilla en donde se encuentra la célebre estatua La Piedad de Miguel Ángel, en el ala derecha del templo, y se realizará de forma privada.

La beatificación de uno de los pontífices más populares de la historia reciente, que utilizó todo tipo de medios de comunicación para llevar su mensaje al mundo, convierte su papado en uno de los emblemas de la Iglesia de la era moderna.