Algunos conductores circulaban temerosos ayer por la avenida Víctor Emilio Estrada. Miraban fijamente las cámaras ubicadas sobre varios semáforos y trataban de no acelerar porque creían que eran radares para controlar el exceso de velocidad, similares a los que la Agencia Nacional de Tránsito adquirió hace un mes y que se utilizan en las vías del país.