En una muestra de fe, unas 800 personas acompañaron ayer la procesión del Viernes Santo que organizó la iglesia Virgen de Czestochowa y recorrió varios sectores del norte de la ciudad, entre las 08:00 y 12:00.
El padre Luis Fernando Intriago, párroco de la iglesia, destacó que el vía crucis es una forma en que la comunidad acompaña a Cristo en las catorce estaciones que le tocó vivir.
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Por lo que algunos jóvenes pertenecientes a la parroquia organizaron un vía crucis viviente. “Es una representación de lo que sucedió en el camino al Calvario”, indicó el padre.
La caravana empezó con pocos asistentes, que fueron aumentando a medida que avanzaba la romería.
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Los fieles entonaban cánticos; en cada estación se oró y revivió una escena del vía crucis, momento en el que todos se arrodillaban para presenciar y escuchar en silencio.
Los creyentes portaban sombrillas, paraguas, sombreros y hasta toallas, con los que paliaban el calor que provocaba la caminata.
“Esto es parte de mi devoción, traer a toda mi familia a la procesión, ya que somos devotos”, dijo Julio Quimís, de 58 años.
Otra creyente, Paola Peña, de 24 años, contó que acudió para pedir perdón por todos los pecados que ha cometido y por su familia y el bienestar mundial.
“Hoy es el día en que recordamos todos los feligreses que Jesús dio su vida por nosotros”, dijo la joven, quien realiza desde hace diez años la caminata.
Jorge López fue acompañado por su hija y nieto, ya que se convirtió en una tradición familiar participar, desde la inauguración de la iglesia, en 1984.
“La fe siempre está conmigo y trato de inculcarla entre mis seres queridos”, confesó López.
El recorrido partió desde la parroquia, pasando por las ciudadelas Acuarela del Río, Brisas del Río, Sauces II, III, IV, VII, IX, La Garzota, Comegua, hasta regresar a la iglesia.