En los países árabes se denomina Raks Sharki; en occidente y en Ecuador particularmente se ha popularizado como danza oriental, danza árabe o danza de las caderas. Es precisamente este movimiento cadencioso el que lo caracteriza y atrae a sus fanáticos.

En Urdesa tres academias imparten esta danza  que combina elementos de países del Medio Oriente y Norte de África y requiere de agilidad y elasticidad al momento de realizar los movimientos.

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Hace trece años en la av. Primera 1242 y Costanera, en Urdesa central, se creó la primera Escuela Profesional de danzas árabes del Ecuador, adscrita al Centro Educativo Árabe, que tiene más de 30 años y donde se enseña cocina, idioma y cultura árabe. Fue una iniciativa de Neme Quintero Touma, maestra, bailarina y coreógrafa ecuatoriano-palestina, que fundó la academia porque vio la necesidad de enseñar otra cultura a la gente.

Actualmente alrededor de 300 personas practican danza árabe de  dos a cuatro horas a la semana, preparándose para las presentaciones anuales que tiene la academia.

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Omaira Guamán, alumna de Neme Quintero, opina que practicar la danza la ha disciplinado mucho.  “Neme nos organiza muy bien y al principio todo parece muy difícil, pero con el tiempo el cuerpo se va soltando solo”, cuenta ella.

La carrera dura 8 años, luego de lo cual se gradúan de bailarines profesionales. En agosto  saldrá la primera promoción de este tipo en Ecuador, lo  que llena de satisfacción a la artista, que enseña desde sencillos movimientos hasta cómo mantener la armonía en cada paso.

El costo del curso es de  $ 35 la matrícula, que se paga una vez por año, y $ 45 por mensualidad.  Los trajes son elaborados en los países árabes, por ello su alto costo, “el más sencillo de los vestidos está en $ 300”, cuenta Neme. La importación demora más de cinco meses.

ARMONÍA
Belly Dance, ubicada en av. Las Aguas 1115 y Laureles, es  otra de las academias de danza árabe que hay en este sector. Tiene siete años impartiendo clases dos veces por semana a niñas y jóvenes, en los cinco  niveles que tiene la academia: básico, primero,   segundo, tercero y cuarto, tiene un costo de $ 10 la matrícula y $ 40 la mensualidad.

 Ángela Chavarría, de 18 años,  lleva en Belly Dance desde sus inicios. Ahora es maestra de las alumnas más pequeñas y demuestra su agilidad al momento de bailar.

Liliana Vera, directora de la academia y quien estudió en Argentina 5 años, cree que no hay ningún requisito para practicar danza árabe. “Solo tienen que tener predisposición y entrega al bailar”. Los trajes también son importados, pero vienen desde Argentina.

En medio de movimientos suaves y ondulados, las alumnas de la academia de Nathalie El Ghoul, en La Fábrica, ubicada en Guayacanes 215 y calle Segunda, aprenden a darle agilidad a su cuerpo para luego dar rienda suelta al movimiento de caderas y brazos.   Alrededor de 120 personas, entre niñas, adolescentes y adultas se preparan en este espacio, que funciona hace un año.

Los cursos regulares tienen un valor de $ 50,40 mensual para las niñas, mientras que para las adultas es de $ 56. Por ahora dictan cursos vacacionales que tienen una duración de dos meses. 

Lo que se trata, según su maestra, Valeria Silva,  encargada de danza árabe (debido a que su directora está en Europa), es que se diviertan, que no se estresen con pasos complicados, más bien que tengan mucha más agilidad para luego meterse de lleno en la danza árabe.

Tienen diferentes técnicas para enseñar, con las niñas realizan movimientos suaves, con las adolescentes son más fuertes y ágiles, todos los cursos culminan con una presentación en la misma academia.