Entre paredes despintadas, mesas destartaladas y con calor por la falta de ventilación, una pareja de Nobol inscribía la semana pasada a su primogénita en las oficinas del Registro Civil del Estado, en este cantón de la provincia del Guayas.

Sentados sobre un banco de madera, los padres esperaban mientras el único funcionario que labora en esta entidad tipeaba en la máquina de escribir, sobre el acta de cartulina, los datos de la pequeña.

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Los ternos colgados sobre la pared que se prestan a los novios para su casamiento, un calendario de pared, dos cuadros y un reloj sin pilas son los adornos del lugar en donde, con ilusión las parejas unen sus vidas en matrimonio y ponen nombre a sus hijos.

En unos 15 m² de una oficina de la casa comunal de la localidad funcionan los servicios de inscripciones, entrega de partidas de nacimiento, matrimonios, asentamiento de divorcios y registros de defunciones que ofrece el Registro Civil para los aproximadamente 17.000 habitantes del lugar.

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A diez minutos de Nobol, en el cantón Daule, también se ofrecen los mismos servicios; además, del de cedulación.

Las oficinas que atienden a sus aproximadamente 97.000 habitantes funcionan en las calles Pedro Carbo y General Vernaza, y quedan en el segundo piso de la edificación, lo que dificulta la atención a las personas de la tercera edad o con algún tipo de discapacidad.

En uno de los dos cubículos se atienden a unas 150 personas diarias, quienes acuden para renovar cédulas u obtenerlas por primera vez. Para este proceso se usan dos computadoras que ingresan al sistema de la institución los datos del cedulado.

El martes pasado Yanela Vera llevó a su hijo Alan Quinto, de 2 años, para cedularlo. Luego de esperar unos 20 minutos llamaron al pequeño junto a otros tres niños para tomarles la foto que aparece en el documento de identidad.

Esto, debido a que deben esperar a que haya al menos cuatro personas para cedularse, pues así se completa el número de impresiones por plancha.

Luego se registran las huellas dactilares lo que, según Vera, es molestoso para niños y adultos, ya que la tinta que se aplica en las manos las deja manchadas y es difícil de quitar.

Mientras, en el área contigua se atienden a unos 20 ciudadanos, que inscriben a menores o que solicitan certificados de partidas de nacimiento.

Inclusive, no todos los usuarios pueden obtener la copia de sus partidas porque los libros están en mal estado por el clima o su manipulación, o que nacieron antes de 1966, cuando estos lugares todavía eran considerados parroquias.

Los funcionarios del Registro Civil explican que si encuentran el acta en los archivos pueden entregarle una copia a los interesados, pero que el documento no tiene valor jurídico, es decir, que no sirve para trámites judiciales, bancarios o solicitud de visas, ya que deben estar registrados en un cantón. Es por este motivo que antes de ese año se legalizaban cada mes los documentos en Guayaquil y, por lo cual, actualmente los habitantes de los cantones nacidos en esa época deben viajar hasta esta ciudad para solicitar sus partidas legales.

Pero no todos los usuarios la adquieren con inmediatez.

Carlos Iza acudió hace dos semanas desde Milagro a las oficinas del Registro Civil en la urbe, en la avenida 9 de Octubre y calle Pichincha, para obtener una copia de su partida de nacimiento y la de su esposa porque en las oficinas de esa ciudad no encontraron el documento, “porque muchos de ellos están deteriorados”, destacó Iza.

“Tengo que regresar en 15 días (a Guayaquil) para ver si encontraron mi partida y si no me dijeron que tengo que viajar a Quito para pedirla en el Archivo Nacional”, mencionó.

Las personas que en su lugar de inscripción no encuentran su partida de nacimiento o está deteriorada por el tiempo deben viajar hasta Quito para solicitarlo en el Archivo Nacional, donde reposan las copias de los libros con las actas íntegras de todos los ecuatorianos.

Según Guillermo Tafur Avilés, director Provincial del Registro Civil, “en lo relacionado en la restauración de libros, se inició un proyecto total en la ciudad de Guayaquil donde ya se los ha restaurado en el 90%, esperamos continuar de forma inmediata con los cantones, ya que es necesario su restauración para poderlos digitalizar”, informó a través de un e-mail.

En tanto, en el cantón Durán, uno de los funcionarios del Registro señaló que a esas oficinas acude gente desde Guayaquil que trata de suplantar identidades. “A diario sacamos unas diez personas que quieren suplantar identidades y nos damos cuenta porque no reúnen los requisitos solicitados”, mencionó.

Tafur dijo al respecto que “se está trabajando en la depuración de nuestra base de datos, para poder eliminar duplicación de cédulas, adulteración de documentos y suplantación de identidad”.

Detalles: Comerciantes
Fotógrafos
Donde funcionan las oficinas del Registro Civil de Durán, en el centro comercial El Tren, en las calles Loja y Sibambe, hay negocios informales que ofrecen tomar fotos para las cédulas; sin embargo la que sale en el documento de identidad es tomada en la entidad y es suficiente. En el corredor interno hay letreros que advierten que no se necesitan fotos adicionales.