“Esta es la Puerta de la Nueva Vida” reza en latín (Hic Nova Vitae Porta Est), en letras doradas, en la entrada principal del nuevo cementerio de Guayaquil, que construye desde el 2008 la Junta de Beneficencia, en el km 8 de la vía a la costa, donde funcionaba el Country Club.

Ahí, más de cien hombres de dos empresas trabajan de lunes a sábado en turnos de diez horas para terminar los movimientos de tierra y la obra civil del amplio sector.

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El área, que comprende 15 hectáreas, está dividida en cuatro fases. De estas, los obreros de Conciva (Constructores Civiles y Asociados), empresa que ganó la licitación en septiembre del 2008, están dedicados por completo a terminar la primera etapa, que consiste en la edificación de las bóvedas, construcción de parqueaderos, ingresos, áreas verdes y el inmueble de servicios exequiales.

Se prevé que para septiembre próximo el lugar empiece a atender al público. En la primera fase hay unas 6 hectáreas divididas en 15 áreas destinadas a la ubicación de tumbas.

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Hasta ahora hay tres clases de tumbas: las conocidas por los obreros como túmulos, cuyos cuerpos de bóvedas se elevan sobre la tierra; las criptas, que van enterradas (similares a Jardines de Esperanza y Parque de la Paz) y unos grupos de sepulcros –tipo gruta– iguales, por su diseño chapado en piedra, a las catacumbas.

Los tres diseños se combinan entre sí en las áreas destinadas a las tumbas, que empiezan desde el ingreso del camposanto. Las criptas, a su vez, se dividen en dos tipos: unas de dos cuerpos y otras de tres, las cuales estarán bajo tierra. Hasta el pasado miércoles había ya cinco sectores amplios con las criptas.

Para la instalación de las criptas se comenzaron a importar desde julio pasado los sarcófagos prefabricados. Después de colocarlos y enterrarlos, se elevarán 50 cm de arcilla (tierra) y 10 cm de césped.

En cambio, en los segmentos estilo catacumbas (grutas cubiertas) habrá bóvedas para entierros independientes a los costados y nichos en la parte frontal. Cada módulo de estos tendrá su puerta de ingreso.

En esta primera fase también se construirá el edificio de servicios funerarios, que será de dos pisos y estará cerca de las tumbas. Este tendrá salas de velaciones, área de tanatopraxia (maquillaje de cuerpo), de preparación tanatológica (aplicación del formol), de cremación, capilla, cafetería, entre otras.

Otra de las áreas novedosas será la destinada a los mausoleos, que quedará en forma escalonada en una parte elevada del cerro, donde actualmente se realizan movimientos de tierra para la construcción de canales para agua y drenaje. Desde ahí, el público podrá apreciar parte de la ciudad.

Una segunda fase, que aún no tiene fecha de inicio, será la destinada a la construcción de edificios de bóvedas (con dos y tres pisos). También se prevé la construcción de una especie de lago, de donde se regarán además las áreas verdes.

La Junta de Beneficencia también planea la construcción de un paso deprimido para que los usuarios puedan conectarse desde el interior del camposanto con la vía a la costa. Los detalles de costos y venta de las bóvedas aún no da a conocer la entidad, que también regenta el Cementerio General.

Detalles: Obra
Necesidad
Ante demanda de bóvedas en el General, el Director de la JBG anunció en el 2007 la construcción de uno nuevo.

Nombre
Mediante un concurso público en el 2008 se eligió la denominación del cementerio. Una ama de casa ganó.