Ángel Soberón, de 18 años, afirma que no desistirá en su deseo de convertirse en médico. Aunque confiesa que debió sobreponerse a la desilusión que le causó no haber conseguido, por segundo año consecutivo una plaza en el preuniversitario de la Universidad de Guayaquil.
Aunque sabe que esa carrera también la ofrecen centros privados, dice que por falta de recursos no puede acceder, y seguirá intentándolo en la institución estatal, que ahora no tiene costo por la gratuidad de la educación universitaria que rige desde octubre del 2008.
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Como Ángel, decenas de bachilleres no pudieron acceder a esta carrera en la Universidad de Guayaquil. Pero Medicina forma parte de la oferta académica de dos universidades privadas a nivel local, mas ahí el acceso se dificulta por el tema económico, refieren también padres de recién graduados.
En la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, ubicada en la av. Carlos Julio Arosemena, el preuniversitario vale 350 dólares, señala Alberto Loaiza, coordinador académico de la Facultad de Ciencias Médicas.
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En la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, situada en la vía a Samborondón, los alumnos de segundo año afirman que pagaron 400 dólares por el “pre” en el 2008 cuando ellos eran aspirantes a la carrera. La Universidad no difunde los costos de sus servicios educativos, solo los proporciona directamente a los aspirantes.
El pago de pensiones mensuales, en ambos centros privados, depende del número de materias solicitadas en el ciclo de estudio (cuatro meses), donde un año de carrera se compone de dos ciclos. El pénsum de Medicina se extiende seis años más uno de servicio rural.
En primer año se reciben entre 8 y 10 asignaturas. En el año, por los ocho meses de estudios, se cancela alrededor de 350 dólares mensuales, según alumnos consultados en ambas instituciones. Así, en cifras cerradas, el año de estudios cuesta 2.800 dólares. Para los seis años, la cifra asciende a 16.800. Esto sin contar los gastos de textos y otros materiales como mandiles e instrumentos.
Otro rubro fijo es el registro estudiantil (matrícula) por cada ciclo y que equivale a una mensualidad, lo que en el año representa 700 dólares y al término de la carrera, 4.200 dólares.
La carrera de Medicina ascendería a 21 mil dólares. Según estudiantes, hay la opción de cancelar por adelantado toda la carrera, con lo que se obtendría un descuento significativo.
Además, las universidades privadas implementan un sistema de pensiones diferenciadas y becas, en las cuales se favorecen con descuentos de hasta el 75% a alumnos con excelente aprovechamiento.
María Isabel Vélez García, de 18 años, alumna de segundo año de Medicina, recibe este beneficio de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. La cuenta mensual de la estudiante, según su mamá María Eugenia García, promedia los 78 dólares. Al mes le toca cancelar 131 dólares porque se suman 53 dólares del rubro fijo de servicios educativos (internet, insumos médicos).
La joven fue abanderada del colegio La Moderna.
Los preuniversitarios no tienen costo para abanderados del pabellón nacional en la Universidad Espíritu Santo e incluyen a escoltas en la Católica.
Los estudiantes con altos promedios podrán aplicar al sistema de becas y pensiones diferenciadas. Aunque los descuentos podrían perderlos si no alcanzan cierto puntaje, también lo retomarían si vuelven a destacar académicamente.
El jueves pasado, Andrea Pino, abanderada del Albohispano, se registró en la Universidad Espíritu Santo con la premisa de destacar por su desempeño y así conseguir que le bajen el valor de las pensiones.
Opiniones
Lida Espinoza
BIENESTAR ESTUDIANTIL DE LA U. CATÓLICA
“El ‘pre’ sin costo para abanderados y las pensiones diferenciadas quieren dar apertura a buenos alumnos”.
Rolando Vicuña
DIRECTOR DEL IECE
“Aparte de los créditos educativos, hay la beca Benjamín Carrión con ella se asume el costo de la educación de abanderados”.