Un milagro determinó la vida del cuencano Francisco Febres-Cordero Muñoz, quien después de tomar los hábitos se llamaría Hermano Miguel.
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Dos curaciones fueron las que promovieron la santificación del Hermano Miguel.
Un milagro determinó la vida del cuencano Francisco Febres-Cordero Muñoz, quien después de tomar los hábitos se llamaría Hermano Miguel.
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Estas acciones forman parte de un megaoperativo de la Policía Nacional.
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