El primer día de atención médica del ex PAP, ahora en manos del gobierno con el nombre de Red Complementaria de Salud, le deja a Raquel Cruz, de 51 años, una sensación agridulce: el número telefónico al que los noticieros decían que debía llamar para sacar una cita no le contestaba, pero ella acudió personalmente a una de las nuevas clínicas y fue atendida.
 
“Desde las nueve de la mañana estaba intentando, pero nadie me respondía”, dice, mientras espera que le tomen sus datos en la clínica Lamdes, en las calles 11 y Cuatro de Noviembre, en el suburbio oeste.