El control de los alumnos en los centros educativos es responsabilidad exclusiva de los maestros. Así lo señaló ayer la subsecretaria regional de Educación, Mónica Franco, durante la entrega de un centro educativo remodelado en la cooperativa Carlomagno Andrade.

Según Franco, el año pasado se distribuyó una circular a los directores de los establecimientos educativos para que los docentes establezcan turnos para controlar a los infantes a la salida y entrada del plantel, como en los recesos.

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Indicó que la disposición la dio tras conocer que un niño casi es atropellado tras salir del plantel durante el recreo porque la puerta estaba abierta.

“A veces los padres nos han reportado que los maestros se reúnen en la dirección de la escuela o en algún sitio a comer o hacen otra cosa. Ese tipo de falta de previsión es lo que en un momento determinado puede generar un accidente lamentable como el registrado el viernes pasado”, dijo.

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Franco indicó que convocará a los directores de esta ciudad y a los directores provinciales de la región para recordar estas recomendaciones.

En unos planteles la tragedia de la menor ha motivado a los docentes a poner más atención en los alumnos. En la escuela Julio Aguayo, en la isla Trinitaria, los docentes conocen que la escalera que conduce a los paralelos de sexto y tercero de básica son preferidas para jugar.

“Los tenemos vigilados”, indica la maestra Diluz Quintero. Ella dice que unos grados fueron hechos con autogestión y se mejoraron en el 2007 en el convenio tripartito (Municipio, Universidad de Guayaquil y Ministerio de Educación).