Recuerda que los árboles sobrepasaban los diez  metros de altura y que en su sombra los moradores parqueaban los  vehículos. Beatriz de Paredes incluso afirma que su esposo, Gerardo, ingeniero agrónomo, sembró dos acacias frente a su casa, en la ciudadela Los Ceibos, en la entonces arborizada avenida del Bombero.

Paredes vive en esa zona del noroeste de la ciudad desde hace más de tres décadas. La  principal vía del sector hoy luce moderna con  diez carriles de hormigón y provista  de escalinatas, pasos peatonales, rampas, entre otras novedades.

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Ella  no reniega del progreso, pero  extraña el verdor que apreciaba desde su ventana.

Ahora tiene doble cortina para evitar que ingrese la luz intensa. Un vecino, en cambio, “puso vidrios negros”, dice Beatriz, quien asevera que los árboles  fueron retirados dentro de las tareas de ampliación de la avenida del Bombero, que comenzaron  en el 2006.

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Unos  40 fueron removidos del área frente al antiguo Innfa,   recuerda  Federico Larrea,  residente de Los Ceibos y un apasionado por los árboles (practica la técnica del bonsái).

Él cree que no se tomaron las medidas adecuadas para el  proceso de extracción.

Afirma que vio maquinaria pesada que se encargaba de derribar árboles e  incluso lo registró en fotografías. En tanto, la constructora Etinar, a cargo de los trabajos, y Gabriel Quiñónez, ingeniero agrónomo responsable de  extraer y replantar   las especies, sostienen que el procedimiento fue técnico y se cumplió de manera  efectiva.

Quiñónez manifiesta  que fueron replantados en un área verde junto al botadero Las Iguanas. “Sacamos más de cien, entre samanes, ceibos, ficus, mangos y acacias. Se los podaba, se escarbaba dos metros de profundidad y para replantarlos,  les cicatrizaban  los cortes con pintura”.

Este sector –ciudadela Bim Bam Bum y Colinas de Los Ceibos– conserva  árboles de unos quince metros en las zonas baja y alta.  En la vía ampliada se sembraron acacias, de la especie que alcanza hasta seis metros de altura, y mirtos, un arbusto que llegaría a  dos.

Quiñónez, quien colaboró en el Municipio de Guayaquil en la arborización de zonas regeneradas, explica que estas especies son escogidas porque no son frondosas, por lo que no obstruyen la visibilidad de los conductores; además no requieren tanto riego.

Gonzalo Pereira, presidente del comité Los Ceibos, manifiesta  que los moradores consiguieron que el Municipio  de Guayaquil construyera jardineras en el lado de la avenida Primera, para  recrear  un poco el verdor de antaño.

Federico Larrea
morador de los ceibos
“Se arrasó un árbol de 45 años en la av. Primera. Etinar dijo que lo repondría con otro, pero han pasado 15 meses”.