Cinthya Karina Plaza, de 24 años, dejó los estudios primarios hace más de 15 años, pues su madre no tenía dinero suficiente para mandarla a la escuela. Con el paso del tiempo se casó y procreó a dos niños.
Cuando sus hijos, Eduardo (8) y Michael (5), entraron a la escuela vio que era importante estudiar la primaria y el colegio, sobre todo porque sus vástagos necesitaban alguien quien los oriente en los deberes.
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Hace dos años se le presentó la oportunidad de volver a las aulas y lo hizo. “Mis hijos me motivaron. Yo quería que ellos se sintieran orgullosos de ver a su madre estudiar”, relata.
Incluso, Eduardo se ha convertido en un profesor más para Cinthya. El pequeño le toma las lecciones antes de ir a clases y le explica algún tema que ella no logró entender.
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“Sin querer conseguí ser la mejor alumna y ahora soy la abanderada del pabellón nacional”, acota. Mañana jurará y recibirá la bandera en el centro de primaria popular Copol.