Guayaquil: Bulla de canciones verdes. /Canción de espuma de mar. /Verde de yerba morena. /Puerta azul del vendaval.
Pedro Jorge Vera

Este entretenimiento consta en la lista de los más populares juegos infantiles de la ciudad y son muy pocos los adultos que puedan negar haberlo experimentado en sus tiempos de niñez y de estudiantes escolares, cuando todavía  no se contaba con la televisión y juegos electrónicos  que poco a poco fueron alejando a los pequeños de esta motivación grupal que resultaba tan beneficiosa  para la integración con el entorno.

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La rayuela con varias formas como la del gato, el ratón, la avioneta, etcétera, la dibujaban los chicos en el portal o la acera cerca de su casa, en el patio de la escuela y cualquier otro sitio que resultaba adecuado para la movilidad de los jugadores y los curiosos. Saltando en un solo pie o en ambos, tomando la ficha con precaución y recitando de vez en cuando algunas estrofillas para darle mayor interés, los chiquillos pasaban largo tiempo entretenidos e incluso atraían las mirada de los mayorcitos.

En ocasiones se apostaban billusos, bolillas y películas, y la ganancia era para quien terminara la rayuela lo más pronto posible y sin equivocarse, es decir, subir y bajar del 1 al 7 o 9 sin poner el pie donde no le correspondía y girar de regreso en la misma forma, sin titubear y tambalear, especialmente cuando su cuerpo descansaba en un solo pie.

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En cualquier momento del día, la tarde o noche se podía jugar a la rayuela. Solo se necesitaba un trozo de carbón o tiza para pintarla en el suelo y una ficha para lanzar en cada cajón de manera progresiva. En la actualidad  pocos chicos cultivan el juego, pues prefieren las novedades de los muñecos de personajes de la televisión o están hurgando los últimos cambios del teléfono portátil.

En las esquinas de los barrios ha desaparecido la rayuela, como ocurrió con las rondas, el juego del 50 al palo, el sin que te roce, los pepos, las escondidas y decenas de sanos entretenimientos que tuvieron vigencia hasta un poco más allá de los años setenta del siglo pasado.