Cuando se le pregunta a William Pazmiño, presidente de la UNE del Guayas, qué se ha cumplido de la gratuidad educativa, responde: “De manera completa y exacta, muy poco”. Él justifica que en los planteles los docentes pidan libros adicionales a los que entrega el Ministerio y el Municipio porque el Gobierno no da textos básicos como los de inglés y computación. “Si no llegan estos libros, eso va a tener que seguir saliendo de los bolsillos de los padres de familia”.
En cambio, la directora provincial de Educación, Carmelina Villegas, recalca que está prohibido que se pidan libros adicionales en los colegios, a menos que se trate de una excepción en materias exclusivas o de especialidad, para lo que debe reunirse previamente la comisión académica del plantel y aprobarlo, pero únicamente en el ciclo diversificado del bachillerato, nivel en el que el Ministerio de Educación no ha dado los materiales escolares.
Villegas agrega que tampoco está permitido que los docentes sean quienes vendan los libros a los estudiantes o padres de familia. “¿Dónde está pasando eso, en qué colegios?”, preguntó ella para sancionar.