El inicio del 2009 trajo consigo para los pacientes con insuficiencia renal una preocupación más. Sus sesiones de diálisis se vieron afectadas, momentáneamente, por las asignaciones del nuevo presupuesto del Estado, según confirmaron Jorge Díaz y su familia.
Díaz, de 48 años, recibe hemodiálisis desde hace tres años en varias casas de salud, pero desde noviembre pasado acudió al hospital Guayaquil, donde hasta el último día de diciembre estuvo inscrito en el programa de diálisis gratuita, hasta que, dice, los funcionarios de esta casa de salud le informaron que debía esperar para saber qué pasaría en el 2009.
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El paciente cumplió con el proceso que le exigieron. Cuenta que acudió a la administración para llenar una solicitud pidiendo al director (César Chong) que le renueven el programa, luego lo enviaron a servicio social, donde le hicieron una entrevista y, por último, sigue cumpliendo con la espera que le pidieron.
“Les dio su número y le dijeron que lo iban a llamar a su casa para darle una respuesta, pero hasta ahora sigue esperando”, cuenta angustiada su madre, Matilde Valarezo.
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La preocupación de esta madre de familia recae en que su hijo, debido a la falta de respuesta, tuvo que acudir a una fundación en la que su hijo tiene que pagar 55 dólares por cada sesión de hemodiálisis. “Y eso que no se puede hacer una de las tres que debe recibir a la semana porque no tenemos para pagar”, agrega Valarezo.
Fernando Martínez, nefrólogo del hospital, confirmó que esto se produjo mientras se confirmaba quién asumiría el nuevo programa de gratuidad y que ya está solucionado porque será la Red de Protección Social (del Ministerio de Inclusión Económica y Social) quien acogerá a los pacientes aprobados.
“Fue una etapa de transición, pero los pacientes recibirán su tratamiento gratis”, señala.
Sostiene que todos los trámites seguirán su curso, cuando la Red de protección confirme el inicio del programa gratuito.
Ricardo Rodríguez recibe su tratamiento gratuito de diálisis peritoneal en esta casa de salud hace tres años. Estos pacientes no tienen problema en reingresar al programa de gratuidad estatal, según Chong. “Tuvimos una saturación en la demanda. No tenemos equipos para hemodiálisis, pero los transferimos a fundaciones”, explicó.