Isabel Ortiz está más emocionada que su hijo por la presentación que tiene en  la iglesia este fin de semana.  Jonathan, de  3 años, será una vaquita en el pesebre viviente y su mamá se preocupa por encontrar el disfraz que mejor le quede.

Ella le prueba un traje blanco con manchas negras y otro café, ninguno le gusta.  Toma la mano del pequeño que le llega cerca de la cintura y continúa su recorrido por la calle Sucre, en el centro.

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El entusiasmo de los niños por participar en los nacimientos vivientes de las escuelas, las posadas en los barrios y las fiestas  que se realizan en esta época mantienen elevadas las ventas de los disfraces en  locales que se dedican a este negocio.

Ortiz sabe que la caminata por el centro podría ser larga, pero eso no le incomoda. Como tampoco le molesta gastar  $ 8 en un disfraz.

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“La situación está dura, pero complacer al bebé vale el sacrificio”, comenta mientras mira a Jonathan y sonríe.

El entusiasmo de los padres de familia es para Lourdes Ortega, comerciante del sector, una de las  razones por las que el negocio subsiste.

Ella tiene un  puesto en la esquina de las calles Diez de Agosto y Seis de Marzo, donde vende  más  de 20 disfraces diarios.

Ortega cuenta que este año el puesto se llenó de colores navideños desde el 20 de noviembre y comenta que –aunque esta semana ha sido la de más demanda– por lo general suele vender  hasta el 5 de enero.

El disfraz más solicitado, según Ortega, es la túnica  de pastor en tono café, aunque afirma que los padres también buscan  los  vestidos de ángeles.

Ella además ofrece en su puesto las zapatillas can can, coronas de Reyes Magos, aureolas y demás accesorios para los disfraces, aunque a veces prefiere vender los conjuntos completos, “porque por separado los clientes  piensan que todo es más caro”, indica.

Otra vendedora del sector es Carolina Espinoza, quien tiene un local de confección y venta  de uniformes. Ella dice que en esta época llega a producir hasta 2 mil disfraces navideños.

“Solo en la mesa tengo 300 en exposición y eso se vende rápido antes del 25”, comenta, mientras señala el lugar donde exhibe la variedad de disfraces en diferentes colores y telas.  Su local queda en la esquina  de las calles Seis  de Marzo y Sucre.

Espinoza comenta que “este es el tiempo de los padres chochos y apurados”. Afirma que el ajetreo en este sector  es de todos los años, porque los progenitores  dejan  todas sus compras para última hora.

Ese es el caso de María León, quien adquirió  trajes de pastores para sus dos hijos que tienen hoy una presentación en la escuela Jesús de Nazareth.

Ella piensa que además de complacerlos con los disfraces, las actividades en la escuela son  una oportunidad para enseñarles valores a sus pequeños.  “Siempre pido que sean pastores porque son los personajes más humildes del nacimiento y así les enseño esa virtud”, reflexiona León.

Sin embargo, la emoción de los padres por ver  a sus hijos disfrazados no se limita a un solo personaje, por  ello los locales están llenos de variedad.

Los trajes de Papá Noel, Mamá Noel, estrellas y duendes son también populares.

En otros  almacenes como Patos, en Urdesa, las opciones de precios y disfraces varían entre los de venta y alquiler.

Patricia Freire, propietaria del negocio, dice que es difícil calcular la cantidad de personas que han llegado al local desde noviembre, pero afirma que la mayor cantidad de  clientes prefiere alquilar disfraces.

“Nosotros no alquilamos trajes solo para niños, los adultos también los alquilan para darles sorpresas a los más chicos”, comenta Freire.

Ella coincide con las demás propietarias de negocios  en  que la venta de trajes se mantiene como en otros años, aunque sí ha notado un ligero aumento en la cantidad de clientes.

Apuntes: Para comprar
Ventas
A lo largo de las calles Seis de Marzo, Diez de Agosto y Sucre, en el centro de la ciudad, se encuentran puestos que ofrecen disfraces.

Cifras
Una túnica de Rey Mago puede costar desde $ 3 en tallas pequeñas y hasta $ 6 en las   grandes.

Promociones
Ciertos almacenes venden los conjuntos de ropa completos. Túnicas, capas, zapatillas y coronas de los Reyes Magos cuestan de $ 8 a $ 12. Los disfraces de María, José y los ángeles tienen precios similares.

Alquiler
En almacenes como Patos, en Urdesa Central,  el alquiler de los trajes está entre $ 5 y $ 10. Los costos por confecciones llegan a $ 25 para los personajes del pesebre.

Disfraces
El disfraz más caro, en  Patos, es el de Papá Noel. La confección puede costar hasta $ 120.

Textuales: De Compras
Carmen Robles, Comerciante
“Mi niña va a ser una pastorcita y está feliz, pero más está el papá porque va a ver a su linda, bella y preciosa hija actuar”.

Cecilia Zavala, compradora
“Mi hijo está muy emocionado porque va a ser un arlequín en la obra de la escuela y me tiene buscando su disfraz”.