El presidente de EE.UU., George W. Bush, afirmó ayer que su Gobierno no está listo para anunciar un plan de rescate de General Motors, Chrysler y Ford, conocidos como ‘Los Tres Grandes de Detroit’, pese a la crisis que afronta el sector.
La Casa Blanca está bajo enormes presiones de los demócratas, los tres principales fabricantes de automóviles y los trabajadores del sector para desembolsar un préstamo de 14.000 millones de dólares después de que el intento fracasara en el Senado.
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“Todavía no estamos listos para anunciar” una ayuda de la Casa Blanca, dijo Bush, en unas declaraciones hechas en Bagdad rumbo a Afganistán y divulgadas ayer por la Casa Blanca.
Preguntado sobre cuánto tiempo podría tomar un anuncio, Bush indicó que “no será un proceso largo por la fragilidad” de las empresas automotrices.
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El senador demócrata Carl Levin, de Michigan, ha advertido en reiteradas ocasiones de que el colapso del sector sería el equivalente a un “tsunami” para la débil economía.
Según la Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles (NADA), en el mejor de los casos, cerca de 2.000 concesionarios de vehículos nuevos se irán a la quiebra.
En tanto, el director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, advirtió ayer que “las posibilidades de una recesión global están realmente delante de nosotros” y que no habrá reactivación económica “antes de finales del 2009”.
Los países siguen tomando medidas. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, anunció ayer inversiones públicas y privadas en obras de infraestructura por 32.647 millones de dólares hasta el 2011, para apuntalar el crecimiento económico del país.
Mientras, el gobierno chileno creó ayer una comisión del alto nivel destinada a buscar soluciones para una esperada alza de desempleo durante el 2009, anunció la presidenta Michelle Bachelet.
Asimismo, el desempleo aumenta. La actual crisis del automóvil ha conllevado la entrada en desempleo técnico de entre 150.000 y 200.000 personas en Italia, es decir, la mayor parte de los trabajadores de ese sector, estimó ayer el mayor sindicato metalúrgico italiano.