Las crecientes de los ríos Pirincay y Cutilcay, que por las constantes lluvias provocaron el arrastre de material pétreo, el 13 de noviembre pasado, mantienen en alerta a los moradores que habitan en sus orillas.
Las consecuencias provocadas obligaron que hace tres semanas la Municipalidad de Paute declare las zonas afectadas en estado de emergencia.
Publicidad
Sin embargo, el presupuesto al final del año impide atender obras en estado de contingencia, “por ello gestionamos la ayuda necesaria al Comité de Operaciones de Emergencia (COE), presidido por el gobernador del Azuay”, dijo el alcalde de Paute, Helioth Trelles.
Los transeúntes que circulan por el cauce del río Pirincay, seco la mayor parte del tiempo, han colocado una escalera para acceder desde ahí a la vía principal que se desprende por la erosión del terreno y donde hace ocho días una nueva creciente se llevó parte del enrocado colocado un día después de la creciente anterior.
Publicidad
Pese a esto, los trabajos en este sitio se realizan a ritmo lento. Nancy Marca, quien reside cerca al río Pirincay hace 18 años, asegura que en cada crecida del afluente “ya no duermo”, por eso la mujer pidió que se acelere la construcción del muro.
Al pedido de Marca se unen voces de otros moradores, que habitan en Padre Urco, ubicado al norte de Paute, a casi 7 kilómetros de donde hace tres meses la creciente dejó estragos.
Pobladores de la comunidad asentada junto a los ríos hace décadas aseguran que las lluvias no cesan desde hace dos años, que el agua que baja de los cerros ya no es cristalina y que la presencia de material lodoso es producto de intervenciones viales en la parte alta.
Trelles visitó esos sectores y dijo que técnica y económicamente es favorable el enrocado, trabajo que se realizará en los puntos más vulnerables con apoyo del COE, técnicos de la Municipalidad y representantes de la comunidad, una vez que se asigne el dinero proveniente del presupuesto de emergencia vial.
Mal alcantarillado
La inadecuada distribución de las alcantarillas direcciona las aguas lluvias a terrenos que presentan pendientes.
Tierra y material
El manejo antitécnico en el desalojo de la tierra de los cerros depositados en la Quebrada de Chanin provoca un hundimiento de 4 metros y la acumulación de 50.000 m³ de material que cae en la cuenca del Cutilcay.