Las crecientes de los ríos Pirincay y Cutilcay, que por las constantes lluvias provocaron el arrastre de material pétreo, el 13 de noviembre pasado, mantienen en alerta a los moradores que habitan en sus orillas.
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Las crecientes de los ríos Pirincay y Cutilcay, que por las constantes lluvias provocaron el arrastre de material pétreo, el 13 de noviembre pasado, mantienen en alerta a los moradores que habitan en sus orillas.
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Personas llegaron desde diferentes sectores de las provincias de Tungurahua y Napo con la finalidad de pedir que no quede impune el caso.
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