Este negocio empezó en el 2002, cuando en un viaje a Bruselas para una feria de chocolates aprendió las técnicas con un artesano chocolatero. Fascinada con este arte, se fue involucrando cada vez más, inscribiéndose luego en una escuela en Barcelona, España. Asegura que siempre le llamó la atención y quiso aprender, porque ella acompañaba a su esposo en su trabajo, una hacienda de cacao, de la que ahora justamente sale la materia prima con la que se preparan estos bombones realmente exquisitos. Los hay con licor con menta, amaretto, bailys, ciruelas pasas con brandy, licor de café y más. Los que son rellenos con frutos secos, cerezas, coco, manjar, entre otros. El secreto está en el equilibrio perfecto, pues los rellenos no le quitan el sabor al chocolate y viceversa. “Hay que tener mucha creatividad. Soy superperfeccionista en lo que hago. Yo preparo los rellenos, uso los mejores productos porque la calidad es indispensable. Es un trabajo muy laborioso y cuando tengo pedidos grandes he llegado a hacer hasta 600 chocolates diarios”, expresa. Estos los vende por unidad o en cajas, mixtos de acuerdo con el sabor que se desee, desde 6 hasta 18. También hace chupetes macizos y rellenos de manjar o crema de chocolate, con diferentes motivos. Trufas de chocolate blanco, de chocolate negro con nueces y manjar. Los chocolates duran hasta dos meses en un lugar fresco y no hay que someterlos a cambios de temperatura. Tiene servicio a domicilio, y Gloria personalmente entrega los pedidos. Chocolates La Gloria: 285-3125, (09) 951-3296