Carmen Acevedo Vega (guayaquileña)
Nació el 10 de junio de 1788 en Nueva Orleans, Estados Unidos. Muy joven viajó a Europa en 1810 y allí entró en contacto con personajes que alentaban los preceptos independentistas en tierra americana.
Publicidad
Simpatizante de la causa de los pueblos hispanoamericanos, se involucró en ella y por esa labor sufrió persecuciones, destierros y estuvo a punto de ser fusilado en Venezuela. En 1815, en Puerto Príncipe conoció a Simón Bolívar, quien lo invitó a colaborar con las acciones revolucionarias contra la corona española. Radicado en esta ciudad se casó con la guayaquileña Ana Garaycoa Llaguno, y en 1820 colaboró decididamente con los revolucionarios.
En su hogar, donde estuvo la legendaria ‘Fragua de Vulcano’, se realizaron muchas reuniones de los patriotas. Firmó el Acta de la Independencia y fue comisionado para viajar en la goleta Alcance el 11 de octubre, para darle la buena nueva del triunfo a San Martín.
Publicidad
También peleó en Cone y Huachi. Participó en otros episodios y desempeñó cargos públicos: legislador, corregidor, comandante general del Distrito del Guayas, etcétera. En 1830 tomó posesión oficial para el Ecuador del archipiélago de Galápagos e impulsó su colonización. Murió en Guayaquil el 12 de mayo de 1866. Ostentó el grado de general de división. Poblaciones, calles y planteles recuerdan su nombre.
VALORACIÓN
“Una de las razones poderosas por las que se asigna al 9 de Octubre un sitial de privilegio en la historia nacional, es porque la pasión de sus gestores por las justicia tuvo raíces en la convicción antes que en la desesperanza. La grandeza de los héroes de Octubre no afloró como resultante de aislada insurgencia, sino por el estudio de los fenómenos del mundo y de su clamorosa y lacerante injusticia. Desde entonces Guayaquil ha sido siempre pensamiento y acción, antorcha y bayoneta de las mejores causas de la República”.
Alejandro Román Armendáriz, catedrático y político guayaquileño.