Con temor Guadalupe Tapia ayudaba, la mañana de ayer, a su padre Víctor Tapia a levantar una vetusta vivienda en su solar, ubicado en la lotización Ismael Pérez Castro, en el cantón Durán, de la Asociación de Voceadores de Periódicos y Anexos del Guayas.
La mujer recuperó su tierra la tarde del martes, tras el desalojo de más de 300 familias que se habían apoderado de 175 mil metros cuadrados desde el pasado 18 de agosto.
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A pesar de sentirse conforme por la medida –que originó incidentes cuando un grupo de invasores intentó agredir con machetes a los policías–, la mujer aseguró que ella y varios de sus compañeros fueron amenazados por los invasores.
“Al salir dijeron que volverían a quemar lo que nosotros levantemos en los terrenos”, denunció Tapia, quien se turna con otros miembros de su familia para hacer vigilias.
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No obstante, unos 20 policías en motocicletas resguardaban el área para evitar enfrentamientos entre los dueños de las tierras y los invasores, estos últimos armados con pistolas, según el jefe del Comando de Policía de Durán, José Hidalgo.
“De aquí (lotización Ismael Pérez) salió una camioneta azul con armas”, indicó Hidalgo.
Cerro Colorado
En cambio en Guayaquil, en Cerro Colorado, en la autopista Terminal-Pascuales (norte), de donde también se desalojó a unas 600 personas el mismo día, no se han registrado nuevas invasiones. Sin embargo, el Municipio aseguró que se han causado “daños irreparables” a la reserva ecológica por la quema de la vegetación.
Durante el desalojo los invasores aseguraban que tenían derecho de quedarse porque habían votado por el Sí en el referéndum.
Sobre el tema el ministro de Gobierno, Fernando Bustamante, aclaró ayer que el Gobierno no ha auspiciado ninguna invasión y que no tolerará el desorden, a la vez que expresó que “están malinterpretando la Constitución. El carácter de tierras improductivas debe darlo la autoridad”, dijo.