Sus habitantes se quejan por la falta de seguridad, limpieza y la escasa iluminación.
“Los árboles están frondosos, las veredas y canaletas, llenas de basura; no hay atención, nunca vienen a limpiar”, manifestó Alicia Castillo, quien tiene un departamento en uno de los bloques de la cdla. Las Acacias, en la av. Veinticinco de Julio.
Sus residentes se quejan por la falta de seguridad, limpieza y poca iluminación del sector, sobre todo el área circundante a las antiguas oficinas de la Junta Nacional de la Vivienda, edificio que se encuentra abandonado, sin ventanas, descuidado y rodeado de maleza. Solo la planta baja tiene rejas.
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“En las noches eso es oscuro, nadie pasa por ahí porque es peligroso”, aseguró Zaida García, habitante del sector.
El área verde que rodea al inmueble luce abandonada y las luminarias están dañadas.
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Wilson Nieto, otro habitante del sector, indicó que antes había un guardia que vigilaba el edificio, pero desde hace cuatro meses no se ve a nadie que resguarde la estructura.
La edificación fue propiedad del Banco Ecuatoriano de la Vivienda hasta que una empresa inmobiliaria la adquirió. La representante de esa compañía y encargada de venderlo, Ángela Andrade, señaló que el inmueble se encuentra vigilado por un guardia, pero desde las 17:00 y solo durante las noches.
Agregó que cuando se lo compró estaba sin ventanas, puertas y no tenía seguridades, que lo cercaron para evitar que fuera guarida de ladrones.
Pero los habitantes se quejan del abandono, por lo que solicitan atención.
“Eso da un mal aspecto para el ornato del barrio, está abandonado, es guarida de delincuentes. Además, un basurero”, indicó Pedro Álvarez, quien vive frente a la estructura.
Andrade aseguró que el cerramiento que tiene el edificio es totalmente seguro y que lo están vendiendo para que en algún momento vuelva a tener una utilidad.
A él se suman otros habitantes que piden que también se limpien los parqueaderos de la ciudadela, como Katherine Jordán, quien dijo que “el sector está lleno de basura, nadie viene a limpiar las canaletas y las hojas de los árboles se acumulan”.
Junto con Jordán, Wilson Manrique se quejó porque hay un pesebre abandonado que se ha convertido en basurero. Los supuestos encargados de arreglarlo, refirió, solo van en Navidad a pedir dinero para arreglarlo, pero pasada esa fecha está otra vez sucio.
Alicia Castillo dijo que “los árboles no han sido podados en mucho tiempo, el parque está destruido, todo está descuidado, los bloques lucen despintados y en mal estado”.
Los habitantes dijeron que prefieren darse la vuelta por la calle Alberto Serrano para ingresar a los bloques antes que hacerlo por la av. Veinticinco de Julio, por temor a ser víctimas de un asalto.
Venta
El edificio está a la venta, según el cartel que cuelga en la parte externa. El precio al que se lo comercia es de 650.000 dólares, pero la inmobiliaria no quiso identificarse.
Terreno
El área de la estructura es de 1.400 metros con parqueadero frontal, no tiene ventanas, puertas ni accesorios en los baños.