Así lo enfatizaron los instructores Maritza Campozano y Rosendo Loja, ya que aseguraron que los cambios no se pueden producir de súbito sino que deben seguir un proceso.
A esto se suma que hasta la instrumentación debe modificarse y los alumnos aprender otros ritmos que no sean las marchas exclusivamente.
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Sin embargo, Campozano advirtió que una sustitución en los uniformes sería motivo de análisis, ya que si se quiere eliminar los atuendos de gala sería como restarle brillo a las bandas.
Guillermo Natt, instructor del colegio San José La Salle, consideró que sería inoportuno que desaparezcan totalmente los ritmos marciales, ya que estos le dan solemnidad a los desfiles, además de que existen marchas militares “muy hermosas que son más musicales; no se puede eliminar de un plumazo”, señaló.
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El acuerdo ministerial 166 recomienda a los planteles que privilegien las comparsas y el folclore nacional, regional y local, y que se cambien las bandas de guerra por musicales.