Irma Estévanez Tumbaco está un poco nerviosa por el discurso que pronuncia hoy, frente a todas las autoridades de la escuela Fiscal Nº 414 Rosalía Arteaga ubicada en la cooperativa Luchar y Vencer de la isla Trinitaria.

A sus 11 años esta pequeña tiene claro lo que piensa seguir de adulta: Ser médico general. Y el hecho de que sus padres sean de escasos recursos no ha impedido que ella sea la mejor alumna. Su padre, José Gorotiza, es trabajador informal, y su madre, Ángela Tumbaco, colabora en el plantel con la preparación de los alimentos en horas de recreo.

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Alejandro Tutivén
“Si me olvido la lección del día improviso con mucha facilidad”
Un poco tímido, pero con una mirada muy expresiva, así es el abanderado de la sección primaria de la Unidad Educativa Salesiana Cristóbal Colón, José Alejandro Tutivén Jaramillo, de 11 años.

Él confiesa darse tiempo hasta para estudiar ajedrez, ser parte de la banda musical de su establecimiento donde toca el piano, y, por supuesto, jugar con sus amigos. ¿Es difícil ser abanderado? No, responde enfático. “Diariamente solo estudio como 10 minutos, si algo no me acuerdo al dar las lecciones, improviso, ¡y me va bien! Mi promedio es de 19,89 puntos”.

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Le gusta ayudar a sus padres, Guadalupe Jaramillo y José Tutivén, en el bazar de su propiedad, aunque aún no conoce bien los precios.

Alexandra Merello
“Mis amigos de la escuela son mi apoyo incondicional en todo”
Le da gracias a Dios porque sus padres son maestros. Este factor, sin duda, constituye una gran ventaja para que Alexandra Merello Aguirre, de 11 años, sea proclamada el próximo 8 de junio abanderada del Pabellón Nacional.

Alexandra estudia desde el preescolar en la Escuela Fiscal Ottón Castillo Nº 280 (25 entre la H y la I). Allí tiene grandes amigos, sus admiradores con quienes gusta de jugar pelota y divertirse en recreo, especialmente con su amiga Alexandra, la portaestandarte del establecimiento en este año.

“Se me hace muy fácil estudiar, la verdad no he tenido problemas. Espero algún día ser doctora de adultos y ayudar a todo el que lo necesite”, dice, mientras sus compañeros curiosos la esperan ansiosos para jugar en el recreo.