Y así fue. A las 19:00 del pasado domingo, Maridueña, quien fue fundadora del colegio 28 de Mayo, falleció en la casa de su sobrino, en el suroeste, donde vivía hace siete años.
Su deceso se dio por causas naturales, explica María Macías de Maridueña, su sobrina política.
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Cuenta que en los últimos años recibió la visita de sus ex alumnas, quienes el 15 de septiembre del 2006 le celebraron los 98 años.
Leonor Tenen de Zevallos, quien trabajó por 12 años con la fallecida como secretaria general, la recuerda como una maestra a la cual le gustaba cultivar el lado humano y los valores.
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Bertha Mora de Romero, ex alumna, considera que fue una mujer que dejó una estela de cosas buenas y que por eso también formó parte –en su juventud– del Voluntariado de Ancianos (Vodean) de Guayaquil, de la Asociación de Caridad San Vicente de Paúl (de la cual fue fundadora) y de los scouts.
Martha Quevedo de Dejanon recuerda que su maestra hizo una colecta pública para poder comprar el terreno donde ahora se asienta el colegio.
El año pasado el Congreso Nacional le otorgó una condecoración al mérito por ser una mujer forjadora de la educación. El acto se realizó en el Banco Central.
El colegio 28 de Mayo luce la bandera a media asta con un crespón negro. Las actividades fueron paralizadas hasta mañana por duelo.
Maridueña fue sepultada ayer en el cementerio general, hasta donde la acompañaron su familia y ex alumnas.