Esa circunferencia luminosa, de tonos amarillo y naranja, que se formó alrededor del sol esa mañana de carnaval se denomina halo solar y suele presentarse cuando hay nubes de cristales de hielo.
Antonio Rodríguez, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), explica que ese círculo luminoso se origina por el reflejo de los cristales de la nube con la radiación solar. Es como un efecto de refracción.
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Este suele presentarse cuando hay cielos despejados, pero hay presencia de nubes a 7.000 o 9.000 metros de altura.
El fenómeno se produce en lo más alto de la atmósfera terrestre, al recibir la luz del sol y cuando hay nubes llamadas cirrostratus, con las cuales se identifican las condiciones de buen tiempo en una zona determinada.
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Estas nubes se asemejan a una capa o velo nuboso transparente y blanquecino y están formadas de cristales de hielo.
Rodríguez indica que la formación de los cristales se da por el transporte de aire frío y seco en los niveles altos, que sin embargo no se sienten abajo.
No es un fenómeno aislado. Siempre que se presenten estas condiciones atmosféricas puede formarse el halo solar, que se observa más usualmente en la Sierra o en el Oriente.
La ausencia de lluvias también contribuye al fenómeno. Según el Inamhi, al momento hay un déficit de precipitaciones en la región Litoral. En Salinas es del 100%, lo que –señala Rodríguez– confirma la formación del halo presentado.
En Guayaquil el déficit alcanza el 89%, Esmeraldas 72%, Bahía 85%, Chone 58%, Manta 94%, Portoviejo 80% y en Machala 92%. Solo en La Concordia se ha presentado el 2% más de lluvia.
El déficit ha sido mayor al registrado en los últimos años. Esto, asegura el técnico, porque los sistemas atmosféricos que dan las condiciones estables o ausencia de lluvias han prevalecido en la zona. Además, la zona de convergencia intertropical, un sistema que da la época de lluvia, ha tenido un debilitamiento durante este mes.