Veinticuatro años atrás, el Cabo Rojeño estaba en Zaruma y Rumichaca. Ahora, el domicilio de la rumba es en Rumichaca entre Quisquís y Luis Urdaneta. Pero igual, abres la puerta y al fondo ves la barra de donde brota la música. A ambos costados, hileras de asientos. La pared izquierda es azul en honor al Emelec y la derecha amarilla por Barcelona. Sobre la puerta, a manera de altar: San Gregorio, Cristo en la cruz y al lado, un par de maracas y bongó de neón. Alegre templo de la salsa, diría un despistado.