El número de universitarios en esta especialidad ha disminuido en el 80%, desde 1990 hasta la actualidad.
A raíz de la crisis camaronera que se dio en 1999 con la llegada de la mancha blanca, la escuela de Biología de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Guayaquil sufrió una visible disminución de bachilleres interesados en la carrera.
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En la década del noventa cuando se produjo el boom camaronero en el país, los estudiantes veían en la biología marina una buena fuente de ingresos económicos. En esta época las aulas recibían hasta 800 alumnos solo para primer año.
En este periodo de inscripciones solo recibieron a 45 estudiantes. Ruth Chóez, directora de la carrera, reconoce con cierto pesar que el desinterés de los jóvenes por la biología radica principalmente en la desinformación.
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“Antes ellos eran atraídos por el boom camaronero, ya que no tenían conocimiento de que hay otras especialidades, otras áreas que ellos pueden estudiar. Queremos que el estudiante esté consciente de que no solamente existe la biología marina”, explica.
Las autoridades de la escuela consideran además como un aspecto negativo la modalidad de clases intensivas (todo el día), porque han alejado a los alumnos que buscan trabajar y estudiar al mismo tiempo.
“Algunos tienen la vocación de ser biólogos, pero como quieren trabajar, no pueden. Con estos horarios no se puede hacer las dos cosas a la vez”, manifiesta Chóez.
Para contrarrestar esta situación, la Facultad ha habilitado desde el presente año lectivo un curso nocturno en la escuela de Biología para los que quieren desempeñar ambas actividades.
La ubicación de la facultad, cuyas instalaciones funcionan en la parte posterior de la Universidad Agraria (Av. Veinticinco de Julio), no permite que sea fácilmente identificada. Según Chóez, este sería otro aspecto que desfavorece a la institución.
No obstante, un proyecto a corto plazo prevé el cambio de esta unidad educativa a un predio cercano a la facultad de Ingeniería Industrial, en la Av. Juan Tanca Marengo.
“Ya tenemos el dinero para la construcción y se están haciendo los planos”, indica Chóez.
Entre otros proyectos, la Facultad analiza implementar la educación a distancia con el objetivo de captar mayor cantidad de estudiantes en esta especialidad.
Pero los estudiantes también tienen sus requerimientos. Entre ellos consta la entrega de becas por parte del Gobierno Nacional para motivar la realización de proyectos de investigación en la región Costa. También piden que se instauren mecanismos para facilitar intercambios educativos con alumnos de otros países.
Áreas de aplicación
Según el pénsum de la Escuela de Biología, los estudiantes pueden elegir su especialidad después del cuarto ciclo (segundo año). Esta puede ser marina o terrestre.
En la terrestre, los profesionales podrán hacer evaluaciones de impactos ambientales, estudios de flora y fauna, reforestación, ejecución de proyectos de investigación, establecimiento de unidades de conservación en áreas de vida silvestre, cultivo de especies, entre otras actividades.
En la marina podrán realizar investigación y tratamiento de peces (piscicultura), ecología marina, entre otras especializaciones.
45 ESTUDIANTES
Están inscritos en tres paralelos de primer año en el presente periodo lectivo. En 1990, durante el boom camaronero, esta carrera recibía solo en el primer año hasta 800 alumnos.
55 PROFESORES
Dictan la cátedra en la escuela de Biología. La reducción de interesados en esta carrera preocupa a estos educadores que buscan captar mayor cantidad de estudiantes.
OPINIONES
”Me quiero especializar en el área marina. Por un momento quise estudiar ingeniería en alimentos, pero me decidí por esta carrera aunque mis amigos me dijeron que me moriría de hambre”.
Gabriel Suárez
Primer año
“Mis profesores en el colegio eran biólogos, ellos me incentivaron a seguir esta carrera. Pienso especializarme en ictiología en peces, me han dicho que las asesorías son buenas”.
Luis Pullaguari,
Segundo año
“Me gusta mucho la naturaleza y aquí fortalecí mis conocimientos. La carrera no es fácil, uno debe darse cuenta si realmente le gusta. Me gustaría que hubiera más financiamiento para investigaciones en la Costa”.
José Bonifaz
Cuarto año