El paya-médico Hunter Patch Adams estuvo de visita la mañana de ayer en las instalaciones del Parque Histórico de Guayaquil y, aunque no usó su gorro con forma de loro, ni en su rostro trajo puesta la nariz roja redonda y muy pronunciada –con la que se presentó en su primer día de visita al Ecuador (jueves)–, quienes se lo encontraban se reían tan solo de verlo.

El doctor Sonrisas, junto con los payasos que conforman el Instituto Gesundheit (gratuito) de Estados Unidos, lugar donde se impulsa el uso del humor en los tratamientos y combina medicina tradicional con terapias alternativas y artes representativas, recorrieron los senderos del Parque Histórico y pudieron conocer más sobre la flora y fauna de la  ciudad.

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Aunque Patch durante la visita al parque no dio declaración alguna, sí lo hizo la tarde del viernes último en el salón Cotopaxi del Unihotel.

En su entrevista con la prensa, el doctor Sonrisas criticó el sistema educativo de Ecuador y mencionó que él no era Hunter Patch Adams.  “Yo soy el representante de los pobres del Ecuador, yo no soy ninguna celebridad, no quiero que me reconozcan nada, yo estoy representando a los pobres, porque a ellos nunca nadie les pregunta cómo están o cómo se sienten”, fustigó el médico.

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Patch sostuvo que lo que él promueve es una revolución interior, donde la gente no se preocupe por el poder ni el dinero sino por el prójimo, en ser y hacer felices a los demás. “Los gestos amables y las sonrisas son gratuitos, que no requieren inteligencia ni entrenamiento especiales, que no cuestan dinero pero son más difíciles de hacer que cualquier otra cosa, porque uno tiene que salirse del yo”.

El paya-médico dijo que él tomó la decisión de ser feliz a los 18 años y “lo único que yo he hecho es adoptar las enseñanzas de mi mamá, porque ella fue una mujer muy feliz”.