Junto con la rememoración de la gesta libertadora del 24 de Mayo de 1822, como  escenario las breñas del volcán Pichincha, en esta fecha traemos a la memoria de la comunidad ecuatoriana la trayectoria de cinco relevantes personajes que, en las épocas en que vivieron, no descuidaron su aporte para el engrandecimiento del suelo patrio.
 
Se trata de José Mejía Lequerica, periodista, escritor y orador;  Antonio Elizalde Lamar, militar y prócer; Demetrio Aguilera Malta,  novelista, escritor, diplomático; Rodrigo Chávez González, periodista, escritor costumbrista, defensor y difusor del folclore costeño; y Jaime Roldós Aguilera, jurisconsulto, dirigente político y ex presidente de la República.
 
Mejía Lequerica y Aguilera Malta nacieron  un día como  hoy pero de 1775 y 1909, respectivamente; Elizalde Lamar murió en 1858; y Chávez González y Roldós Aguilera, coincidencialmente fallecieron el mismo día y año de 1981.
 
 
El quiteño Mejía brilló por su capacidad intelectual y actuó con éxito en las Cortes de Cádiz, fue uno de los discípulos de Eugenio Espejo, escribió en publicaciones de  su  patria natal  y España,  murió en Cádiz en octubre de 1813.  Elizalde, guayaquileño, actuó en los preparativos y  momentos cumbre de la Revolución del 9 de Octubre de 1820 y dentro de su carrera militar llegó al grado de general.
 
Nativo de esta urbe (1908), Chávez en Diario EL UNIVERSO escribió la columna ‘A través de mi lupa’, creó la Fiesta del Montuvio (1925) y con Guido Garay fundó el primer grupo de danzas y mantuvo el Cuadro Folclórico Montubio; lo designaron cronista vitalicio de la ciudad. Aguilera, oriundo de esta metrópoli, integró el Grupo de Guayaquil,  incursionó en varias disciplinas artísticas y  su abundante bibliografía incluye novelas como La isla virgen, Don Goyo, Siete lunas y siete serpientes, Episodios americanos, etcétera. Murió en 1981. 
 
Jaime Roldós Aguilera, guayaquileño que vino al mundo en noviembre de 1940, se destacó en su vida universitaria, docente y profesional.  Perteneció a institucioners y academias, su figura alcanzó renombre internacional; llegó a la Presidencia del país con la mayoritaria votación popular de 1979. Su labor presidencial se truncó por el accidente aviatorio que sufriera en la provincia de Loja hace 25 años y donde también murieron su esposa Martha Bucaram de Roldós y el resto de miembros de la comitiva presidencial.