Un avión Heinkel HE 177 de Alemania, un F15 Eagle de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, tanques y estrategias armadas recrearon ayer –en miniatura– episodios de la guerra de Vietnam.
Este fue el tema central del XX Concurso Nacional de Modelos Plásticos a Escala, que se desarrolló el fin de semana en el centro comercial Albanborja.
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Durante dos días, los miembros de la International Plastic Modeler’s Society (IPMS) de Guayaquil expusieron sus modelos a escala (autos clásicos, helicópteros, aviones) e inscribieron los alusivos a la temática bélica para concursar.
Y no solo aviones y tanques. También dioramas que recreaban escenas de guerra y manejo de artillería. En total, 24 aficionados se inscribieron.
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Jimmy Gálvez, presidente del IPMS-Guayaquil, explicó que los modelos se compran desarmados en caja, luego se arman en la versión original o en la que la persona se ingenie, y se pintan con pintura esmalte o acrílica. Para ello se usa un aerógrafo o un pincel.
“El arte está en construirlo y pintarlo bien”, señala Gálvez, quien resalta que en la selección de todo concurso se califican básicamente construcción, pintura e insignia y las calcamonías empleadas.
Juan Montesinos, quien se dedica a esta afición desde hace 20 años, dice que la clave está en darle realismo.
El certamen premió mejor modelo, mejor modelo de socio novato, modelo de mayor puntuación en el tema del concurso y el favorito del público.
El jurado, integrado por tres socios de experiencia, dio a Carlos Macías el premio de mejor modelo y mejor novato con un diorama militar a escala 1/35, mientras que a Galo Pérez, el del tema central: La guerra de Vietnam.