Los pioneros en la venta de artículos deportivos dieron la pauta a lo que son hoy modernos almacenes.

Para rubricar el merecido calificativo que exalta a nuestra metrópoli como Capital Económica y Deportiva del Ecuador, existe como testimonio una importante lista de aquellas casas, almacenes y talleres especializados en la confección de uniformes y la venta de implementos para practicar las diferentes disciplinas del deporte que, poco a poco o de manera masiva, ganaron cultores en Guayaquil y la llevaron a obtener el citado adjetivo. 

Hay nombres de negocios pioneros en la apertura definitiva de estos locales especializados, que ahora comúnmente se los llama casas deportivas. Estas tuvieron su apogeo en las primeras décadas del siglo XX  y, por supuesto, ayudaron a la práctica y desarrollo de diferentes deportes como la equitación, el box, el béisbol, el tiro, el ciclismo, voleibol, básquet, tenis, fútbol y  otros que crecieron de manera vertiginosa, como ocurrió en  esta ciudad.

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Las viejas escuadras de equipos de fútbol como el Packard, Panamá, Huracán, Patria, Everest, etcétera; los trajes de competencia para los legendarios Cuatro Mosqueteros, Elí Jojó Barreiro y Electra Araújo; los implementos que poco a poco incorporó Manolo Vizcaíno para la enseñanza del box a sus pupilos de la academia Ecuador, si no se encargaron directamente al exterior, los distribuyeron o  hicieron varios de los locales que pasaremos a evocar.
 
Algunos pioneros
Anuncios de octubre de 1932 aparecidos en Diario EL UNIVERSO dan cuenta que el almacén La Exposición, de José Salcedo Delgado, ofrecía implementos deportivos traídos del exterior. En 1936, vendían este tipo de utensilios  los almacenes de Enrique Alemán, Evangelista Calero, González Rubio y Cía., Julio Guillén, J. J. Medina, Juan Miranda y la Sociedad Hispano-Ecuatoriana.

En 1947, ofrecían   igual servicio los almacenes Dassum S. A, que anunciaban por nuestro matutino haber recibido camisetas de “foot ball”  y bolas de “base ball”. Su local estaba situado en Pedro Carbo y Diez de Agosto. Otro aviso del mismo año, se refiere al de  El Prado, situado en Colón 201-203,   actualmente sigue allí con la denominación de Gerarca El Prado.

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Más negocios de este tipo que aparecieron en la segunda mitad de la centuria pasada aún se mantienen, aunque cambiaron de ubicación y propietarios. Otros desaparecieron pero dejaron como ejemplo una recomendable labor  en favor del comercio local y un aporte al cultivo de las manifestaciones deportivas.
 
Muchos nombres
Recuérdese entonces viejos y actuales locales como Casa Soria, Humberto Calle M., Segura Deportes, Casa Spencer, Casa Deportiva Olímpica, Deportes Cedeño, Deportes Guayas, Casa Espín, Casa  Maspons,  Paladines Deportes, Punto Sport, Deportes Guela, Dau Sports. Luego aparecieron:  Deportes Paúl, Deportes Liss, Dany Deportes, Gil Sports, Nivi Sport, Marathon Sport y muchos más que escapan de este breve inventario que se incrementará con los  nombres que incorpore el lector. 

En tiendas de los alrededores del Mercado Central, por ejemplo, dirigentes y deportistas también encontraron uniformes,  trofeos y un sinnúmero  de implementos, que en la actualidad han aumentado por el número de disciplinas cultivadas y por las más variadas herramientas con que cuentan los modernos atletas.

Quedan, pues, para la memoria urbana, las casas  que ayudaron a impulsar  y masificar los deportes en instituciones, centros educativos,  organizaciones barriales, etcétera. Viejos escenarios como el Campo Deportivo Municipal, Estadio Guayaquil, Reed Park, Estadio Capwell, Coliseo Huancavilca y más  lugares sirvieron para lucir los uniformes e implementos en un sinfín de competencias.