El arzobispo de Guayaquil, monseñor Antonio Arregui, dice que  ha dejado en las manos de las autoridades el juicio que impulsa la Arquidiócesis  para adquirir la propiedad efectiva del terreno sobre el que se levanta el Grand Hotel Guayaquil.   “No tengo intención de hacer un juicio paralelo a través de los medios de comunicación. Hay que dejar que la justicia se pronuncie”, afirma Arregui.

Según el Arzobispo, pese a cualquier declaración de la otra parte involucrada en el caso,  no va a “emitir pronunciamientos ni comentarios”    en relación a este  tema.

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El gerente del  Grand Hotel Guayaquil, Gino Luzi,   a través de su abogado Carlos Pareja Cordero,  impugna la acción de los representantes de la Iglesia ante una de las salas de la Corte Superior de Justicia. Sostiene que este juicio está viciado de nulidad “por falta de citación o notificación al Procurador General del Estado”.

La polémica por el hotel derivó luego de que el Arzobispo de Guayaquil intentó negociar la venta del hotel con el administrador del establecimiento, Gino Luzi. No se llegó a ningún acuerdo en el aspecto económico.

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En el tema también ha intervenido Francisco Zambrano, militante del Partido Roldosista Ecuatoriano, a nombre del Comité Ecuatoriano de Derechos Humanos y Sindicales.

Zambrano presentó una queja ante el Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) para que sancione al juez Primo Díaz Garaycoa, ministro de la segunda sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materia de  Residuales de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil, quien negó una revocatoria de una providencia expedida en este caso.

En esa decisión se deja de lado a los administradores del Grand Hotel Guayaquil  como parte procesal y se reconoce a la Arquidiócesis y al Municipio como únicos actores.

Según su escrito, Francisco Zambrano actúa en calidad de defensor de los derechos humanos de los 203 trabajadores del Grand Hotel Guayaquil, pero no acompaña ningún respaldo firmado por estos empleados. 

1970 SE CONSTRUYÓ
el actual Grand Hotel Guayaquil, que, al inicio, se concibió como un centro de hospedaje para religiosos. Se financió con un impuesto creado también para construir La Catedral, mediante decreto expedido en 1945.

DETALLES

Juicio No. 328-05
Es el proceso que llevan adelante los ministros de la segunda sala de lo civil, mercantil, inquilinato y materias residuales de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil. El juicio que se sigue es por prescripción adquisitiva de inmuebles, seguido por la Arquidiócesis en contra del Municipio de la ciudad. Los terrenos del Grand Hotel Guayaquil nunca estuvieron registrados.

21 de marzo de 1975
El arzobispo de ese entonces, Bernardino Echeverría Ruiz,   a nombre de la Arquidiócesis, firmó el contrato de arrendamiento con Peder Jacobson, propietario de la cadena Connor-Jacobson, para que utilice las instalaciones del inmueble hasta el 30 de septiembre del 2001. Antes de que venciera el contrato inicial, el 21 de marzo de 1992, el arzobispo Juan Larrea Holguín firmó una ampliación del acuerdo.