Dos grupos de moradores se disputan la administración del complejo turístico de la localidad.

Fue en 1982 cuando el complejo turístico Baños termales de San Vicente se hizo realidad. Desde entonces, visitantes nacionales y extranjeros acuden a las fuentes de lodo volcánico y aguas termales que, de manera natural, manan en esta población situada en el km 119 de la vía a la Costa.

Yodo, bromo, potasio, magnesio y silicio son parte del listado de minerales del lugar. Componentes que dan al barro y agua termal la categoría de medicinal. Así lo refiere Miguel Figueroa (31 años), jefe de mantenimiento.

Cada día y especialmente los fines de semana se observa a decenas de personas cubiertas  de barro y caminando por los senderos del complejo.

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Pero Figueroa reconoce que, pese a esa acogida turística, hay un estancamiento en el progreso de la zona. Y lo atribuye a gestiones anteriores.

Cita al Ministerio de Turismo y Municipio de Santa Elena como antecesores de lo que llama “la administración del pueblo”. Y de la que es parte.

Recuerda el episodio que afectó la infraestructura del complejo: “En 1997, el fenómeno de El Niño nos barrió. Se perdió mucho, incluso todo el cerramiento se cayó”.

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Pese a lo acontecido (y que ocho años después aún quedan vestigios) se confiesa optimista de que “ahora los recursos que genera Baños de San Vicente se retribuyen en beneficio del pueblo”.

Pero Baños de San Vicente ha recibido otros embates. Y no de la naturaleza, sino de sus propios pobladores.

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El pasado 1 de octubre, el complejo fue irrumpido por un grupo liderado por el ex administrador Gerónimo Figueroa. Esto derivó en la división de residentes de San Vicente.

“Pretenden apropiarse de baños termales. Megafirst es una empresa fantasma escogida a dedo”, aduce Gerónimo Figueroa (41) sobre la incursión generada en rechazo a que esta compañía administre el complejo por cinco años.

Respalda lo dicho en documentos. Entre ellos, uno de la Superintendencia de Compañías que cita que Megafirst se constituyó como tal el 11 de octubre pasado.

“(Megafirst) la conforman ellos mismos. Por eso no aceptaron a Ciudad de Vacaciones (otra empresa)”, manifiesta.

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Entre “ellos mismos” señala a Gerbasio Figueroa, ex administrador; Marlene Rodríguez, presidenta de la Junta de Mejoras Baños termales de San Vicente (esposa de Miguel Figueroa), y el gerente de Megafirst, Oswaldo Florencia.

La empresa opera desde el pasado 1 de noviembre. Así lo asegura Marlene Rodríguez, quien desestima la existencia de dos bandos. “Es una familia que quiere crear el caos.
Aquí la mayoría aprueba la concesión porque va a retribuir los remanentes en el complejo y la población”, anticipa.

Afirma que una de las metas de la nueva administración es dotar de agua potable.
Gerbasio Figueroa señala, en cambio, que los conflictos se han resuelto y que, si los hay, debe resolverlos el Cabildo.

El Concejo Cantonal de Santa Elena, según su alcalde, Dionisio Gonzabay, decidió que Megafir “garantizaba un vínculo de desarrollo entre la comunidad y el Municipio. Por ello resolvió establecer un contrato", sostuvo.

Pero en medio de la pugna por el complejo, está el sentir aislado de comerciantes como Adela de Oyola, que solo esperan que quien lo administre dote de agua potable a toda la población.

TERMALES

Costos
El valor de ingreso a Baños termales de San Vicente es de $ 1,50 adultos y $ 0,75 niños y tercera edad. Con ello, se tiene acceso a la fuente de lodo volcánico y piscinas.

Servicios
El visitante puede acceder a masajes cuyo costo es  $ 4 con barro o sábila. Además los baños de vapor a $ 3.

Administración
El complejo se creó en 1982. En ese  entonces estuvo bajo la competencia del Ministerio de Turismo. En el 2002 pasó al Municipio de Santa Elena, entidad que ha designado administradores en común acuerdo con la población.