Los trastornos del sueño afectan a un tercio de la población mundial, según la estudios de la OMS.

El sentirse recuperado y con energías para realizar sus actividades cotidianas cada mañana es el resultado de un buen descanso. Pero ¿qué sucede cuando la sensación con la que se comienza el día es contraria?

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El cansancio  durante el día se producen –en la mayoría de los casos– por la presencia de trastornos del sueño, cuyos factores causales pueden ser fisiológicos o psicológicos.

Manuel Bassanini, neurólogo de la clínica Alcívar, manifiesta que es importante en estos casos primero descartar una causa orgánica para lo cual es necesario realizar una polisomnografía.
Este estudio permite graficar la actividad electrocortical (cerebral).

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Bassanini indica que si el estudio revela que el problema no se origina en el cerebro del paciente entonces es necesario recomendarlo a un especialista que pueda estudiar la causa psicológica por la que se produce esta alteración.

Existen trastornos primarios y secundarios del sueño.

El insomnio, la hipersomnia, la apnea obstructiva o central del sueño y la narcolepsia forman parte del grupo de trastornos primarios, producidos por efectos clínicos fisiológicos o psicológicos.

Los trastornos de tipo secundario   pueden afectar de manera transitoria el sueño. Un ejemplo de ello es la sensación de fatiga  cuando una persona ha comido mucho antes de dormir.

A este grupo pertenecen las disomnias, que se presentan con movimientos del cuerpo en la noche, trastorno conocido como Síndrome de piernas inquietas.

Las parasomnias son las diferentes manifestaciones del sonambulismo. Una de ellas es la somniloquia (personas que hablan mientras duermen). En otros casos se manifiesta con quejas, llantos y agitación durante el sueño.

En este grupo se incluyen los terrores nocturnos, las pesadillas y las dificultades en el ritmo circadiano (Necesidad de dormir en el día y estar despierto en la noche).

Fases del sueño
Según Pedro Posligua, psiquiatra del hospital  Teodoro Maldonado Carbo, desde el momento en que se concilia el sueño, el cerebro inicia un proceso dividido en varias fases. La primera es conocida como Sueño No REM o de ondas lentas que se presenta con la somnolencia. El sueño superficial corresponde a la segunda fase donde se producen las alucinaciones visuales y auditivas. En la tercera y cuarta fase llega al sueño profundo, que luego de un periodo de 70 a 110 minutos pasa a ser sueño REM u ondas rápidas.

Añade, en el sueño REM se producen eventos fisiológicos  tales como la consolidación de la memoria, “recordamos todo lo que se aprende durante ese día”. Por este motivo –asegura– quienes no tienen un buen sueño REM por lo regular no tienen buena memoria.

En esta fase se genera la liberación de hormonas de crecimiento y sustancias de defensa inmunológica.

Illich Verduga, psicólogo, asegura que de no darle la importancia a la presencia de alteraciones en el ritmo del sueño, en el caso de que existieran, se pueden plantear situaciones realmente graves.

Bassanini, Verduga y Posligua coinciden en que la persona afectada por la falta de sueño o el exceso de este presenta problemas con su productividad, concentración, se agota, es agresivo y  puede llevarlo  al deterioro mental.

La asociación entre disturbios con el sueño y desórdenes psiquiátricos, se han encontrado hasta en un 50 % de los pacientes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que  señala, además,  que un tercio de la población del planeta padece de trastornos del sueño.

Posligua manifiesta que los trasfornos del tipo funcional (derivados del estrés laboral, social, etcétera) son los más comunes. Y señala que desde que abrieron el laboratorio del sueño en la clínica Alcívar (a mediados del 2004)  ha registrado un incremento de pacientes del 10 al 25 %.

Sostiene que en la clínica se atiende aproximadamente 30 pacientes al mes.

RECOMENDACIONES
 “Desoír el momento en que el organismo indica que ya es hora de dormir es altamente peligroso, si se mal acostumbra a bloquear ese impulso estaría desprogramando el sistema nervioso. Es necesario evitar quedarse viendo televisión hasta tarde, la mayoría de las personas  tiene la mala conducta de tener un televisor en el dormitorio”.

Pedro Posligua
Psiquiatra

 “No automedicarse, hay la costumbre de acudir al boticario que le receta pastillas para dormir, esto lo único que hace es ocultar una enfermedad mediante el tratamiento de un síntoma. En ese caso deberá acudir a un especialista para que valore la posibilidad que se trate de un problema orgánico cerebral o no”.
Manuel Bassanini
Neurólogo

 “Un trastorno del sueño debe tratárselo de forma psicosocial con la participación de un psicólogo, un consejero. También es recomendable realizar actividad física como deportes. En algunos casos se  puede utilizar medicina alternativa como la aromaterapia, el uso de baños relajantes que disminuya la actividad tensional”.

Illich Verduga
Psicólogo