Desde enero del 2003 han sido continuos los cambios de directivos de los centros médicos.
Los continuos cambios que se producen en el sector de la salud se dan sin justificación técnica. Los jefes de áreas y directores de los hospitales solo reciben una comunicación de la Dirección de Salud en la que se les agradece por sus servicios, sin explicar el motivo.
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Fue el caso de los médicos Fernando Elizalde, Víctor Hugo Mite, Homero Cevallos y Tito Mendoza, que fueron removidos del hospital de Yaguachi, Infectología y las maternidades del Guasmo y del Suburbio, respectivamente.
Todos atribuyen los cambios a la politización de la salud. “Los cargos son a dedo, son políticos y en muchos casos se los vende”, dice Fernando Elizalde, quien reconoce que por la inestabilidad un director no puede hacer mejoras en los centros médicos.
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El médico Augusto García, director del hospital Guayaquil, coincide con ello. Asegura que tener poco tiempo al frente de una institución no permite ni siquiera hacer un verdadero diagnóstico de la situación, peor ejecutar planes y proyectos y dar soluciones a problemas de cada unidad.
En esa casa de salud, indica, por la falta de continuidad, recién ayer se habilitó el servicio de cirugía laparoscópica, pese a que los equipos tenían seis años en sus bodegas.
Jaime Romero, ex director de Salud, dice que con cada ministro se producen cambios, pero lo ideal es que el país tenga elementos técnicos preparados para asumir áreas y direcciones hospitalarias.
En el caso de Elizalde, él asegura que el ministerio lo mandó a capacitar en el primer masterado de gerencia en salud que se dictó en 1996, pero a medio año lo cambiaron del puesto y ahora lo removieron del hospital de Yaguachi.
Atahualpa Medina, el último director de salud que tuvo Guayas, indica que los cambios pasan por la experiencia que tenga el funcionario en el manejo administrativo y hospitalario y también por el grado de amistad con colegas, por un principio de confianza.
Coincide en que la posesión debería darse por concurso de méritos y a médicos que tengan una maestría en gerencia.
Según Víctor Hugo Mite, los directores deben ser funcionarios del ministerio para que conozcan la problemática del sector. Pero hoy personas de fuera asumen los cargos.
Según él, para considerar una remoción hay que hacer una evaluación real, de mínimo seis meses. “Lo lógico, si un director está haciendo las cosas mal es llamarlo para que tome correctivos. Si no, se debe considerar el cambio”.
OPINIONES
“El cambio de directores depende de muchos factores, como las evaluaciones o el tema político (...) Se dan presiones políticas y se dan nombres para cargos”.
Atahualpa Medina,
ex director de Salud
“La persona más vulnerable en un centro de salud es el director. Es rehén de los mandos medios, de sindicatos y de quien manda en la provincia.
Víctor Hugo Mite,
ex director de Infectología
“La salud es un caos. En vez de estar personas con experiencia en los cargos, peor en situación de emergencia. Se pone a recién graduados”.
Fernando Elizalde,
ex director de Infectología