Vecinos del sector se proponen invertir en sus negocios y en arreglos de casas para venderlas.

El antiguo rostro de la calle Numa Pompilio Llona, ubicada en el barrio Las Peñas, quedó en el olvido.  Sus residentes recuerdan ahora con nostalgia la polvareda que de vez en cuando se formaba a la entrada, la fachada vieja de las casas y que parecía caerse con el viento, las pinturas que entraban y salían por las puertas, y la historia que dejaron sus familias en las viviendas.

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Ahora, con la regeneración que se prevé estará lista este lunes, sus residentes se concentran en producir dinero utilizando sus inmuebles y la plusvalía que generarán en unos meses.

“Es un hecho que la gente de otras provincias y del extranjero vendrán por aquí o pasarán hacia el puerto Santa Ana”, precisa Armando Triviño, dueño de una de las casas restauradas en la primera fase del proyecto Las Peñas y propietario de una galería que lleva como nombre su apellido.

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Por eso, en este año planea invertir dinero en algunos arreglos de diseño interior para instalar el taller en su propia casa y dedicarse a la venta de pinturas y elaboración de marcos.

A diferencia de Triviño, la familia Salcedo decidió poner a la venta su vivienda, de 800 metros cuadrados y tres pisos, en 200 mil dólares aproximadamente.

Y aunque reconocen que con el paso del tiempo el valor aumentará, no piensan cambiar de opinión. Por eso, se financió la construcción de bases de cemento con el fin de que el comprador se sienta seguro y cómodo.

Otra de las razones que motivaron a vender esta estructura fue la separación familiar: “Mis hermanos y yo queríamos hacer villas de diferentes niveles; pero todos estamos en sectores distintos”, explica.

Otra casa a la venta es la de Jorge Arosemena Robles, ubicada junto al bar La Paleta.

La iniciativa, según él, surgió por las necesidades económicas. Y qué mejor si se aprovecha la regeneración del barrio para dar un buen precio y que el público se interese por invertir en la casa.

Arosemena no precisó el precio de la residencia; pero sus vecinos señalan que en días pasados manifestó que era de 150 mil dólares.

Además de esta vivienda restaurada, el dueño tiene otra destinada a ser museo, casa, y local de alquiler. Este último también es considerado uno de los mejores negocios, ya que dejan una ganancia que va entre  200 y 400  dólares mensuales.

Según una ordenanza municipal que está prevista publicarse la próxima semana, si una casa se vende tan pronto esté restaurada, el comprador deberá cancelar además del valor impuesto por el propietario, la contribución de mejoras al Municipio en el 100%. Y con el paso de los años esta cantidad disminuirá en el 10%.

Después de los trabajos de arreglo de fachadas y reconstrucción de bases, no se podrán hacer remodelaciones o aumentos de piso.

La segunda fase de la regeneración se desarrollará después de la restauración de las viviendas de la primera parte que va desde el Fortín hasta la casa de Yela Loffredo.

Los arreglos en la Casa Pintada se terminarán el 6 de marzo próximo y aún hay dos estructuras a las que no se han adjudicado los contratistas.

Este fin de semana, en la noche, se realizarán las pruebas de alumbrado eléctrico público y monumental (iluminación con reflectores).