El excesivo calor de ayer no lo padecieron todos los guayaquileños que se quedaron dentro de la ciudad, pues algunos tuvieron la oportunidad de tomar un baño en La Playita del Guasmo o en piscinas inflables.

Ese fue el caso de Mónica Gherardy, de 33 años. Ella  acudió a ese balneario junto a su esposo y dos hijos.

Publicidad

“Hace diez años que no visitaba este lugar. Ahora he vuelto porque no hay dinero para irme a Salinas. Qué más da si el agua está limpia, ¿o no?”, dijo, mientras animaba a su hijo Aarón para introducirse al agua con ella.

El pequeño, de dos años, solo se zambulló una sola vez y por cinco minutos. “No le gusta mucho el agua”, refirió su madre.

Publicidad

En Cuenca y Lizardo García, Febres Cordero y Leonidas Plaza y en la avenida Floresta y Adolfo Simmonds hubo infantes que disfrutaron la mañana dentro de las piscinas inflables.

Henry Castro, de 36 años, aseguró que cada año compra una piscina para los más jóvenes de su hogar y el 2005 no fue la excepción.

La adquisición de Castro fue aprovechada ayer por sus sobrinos Jimmy, Moisés y Omar, quienes además jugaron con pistolas de agua.