El nuevo mercado debe tener servicios, dicen tres urbanistas

El centro de abastos de Abel Castillo y Maldonado atiende de 04h00 a 20h00, según el Municipio. A las 03h00, los comerciantes ingresan la mercadería.

Ante el malestar que expresan desde el pasado lunes los moradores de Abel Castillo y Maldonado, donde se asienta el mercado de informales que atendían en la Pedro Pablo Gómez, tres urbanistas consultados por este Diario indican los requerimientos que debe tener un centro de abastos para no interferir con el desarrollo regular de un sector urbano.

“El mayor problema del que adolece un mercado, de mayoristas o minoristas, es la acumulación de basura, por lo que este debe poseer varios contenedores de desechos, para clasificarlos por sólidos, líquidos, biodegradables (alimentos perecibles) y no biodegradables (plásticos, vidrios, cartones)”, explica Octavio Villacreses, del Colegio de Arquitectos.

Con él coincide la directora del Instituto de Planificación Urbana de la Universidad Católica, Ana Solano de la Sala, quien agrega que la basura debe acumulársela en depósitos que estén dentro del mercado y no permitir que se la bote fuera de él ni junto a los portales de las casas.

Rosa Edith Rada, decana de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Guayaquil, afirma que el centro de abastos debe tener una zona de parqueo para cargar y descargar la mercadería, y para albergar los vehículos de los compradores. “El parqueo no debe interferir con la estructura vial de la ciudad”, añade.

Asimismo, la seguridad es una prioridad, refiere Villacreses, quien comenta que el pasado martes visitó el mercado de Abel Castillo y Maldonado y presenció “un angustioso orden. Parecería que se apresuró a que los comerciantes se cambien de sitio. Habrá que esperar a ver qué sucede a medida que pase el tiempo”.

Solano de la Sala comenta que debe haber suficientes baños públicos, puestos de comida, agua para limpiar los puestos y frigoríficos para conservar los mariscos.

Rada acota que no se debe permitir que los mayoristas expendan sus productos a los minoristas, eso obstruye la circulación vehicular. Dice que al haber 1.235 informales en el mercado de Abel Castillo y Maldonado, este tiene que estar dotado de un dispensario, cabinas de teléfono e instalaciones contra incendio.