Uno de los mayores problemas de salud en el país es la falta de control a las farmacias sobre la venta de medicamentos sin prescripción médica. Así lo afirman dos médicos de la ciudad.

El cardiólogo Roberto Lecaro manifestó que hay la necesidad de autorizar la comercialización de los farmacéuticos mediante receta que la otorgue un médico, “en esta ley deben ingresar necesariamente los antiinflamatorios como el naproxeno”, sobre el cual la Food and Drug Administration (FDA) hizo un estudio y cuyos datos preliminares indicaron que podría aumentar los riesgos de accidentes cardiovasculares.

El doctor Guido Fernández concuerda con Lecaro y atribuye el perjuicio del medicamento “a su sobreuso o a que se lo toma por un periodo mayor a diez días (límite máximo de suministración)”.

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El cardiólogo señala que los primeros resultados del estudio del naproxeno establecieron que en las personas con alzheimer que ingirieron el fármaco surgió un incremento del 50% de los infartos al corazón y cerebro, mientras que las que no lo tomaron permanecieron con su cuadro médico normal.

Añade que los más susceptibles ante el medicamento serían los enfermos cardiovasculares, con cáncer, diabetes y alzheimer.

Fernández expresa que los antiinflamatorios son beneficiosos cuando se utilizan correctamente, “pero pueden generar gastritis y úlcera, por lo que aparecieron los inhibidores Cox 2 (Vioxx, Celebrex y Vextra). Como ellos ocasionaron problemas, en los doctores provocó incertidumbre sobre el antiinflamatorio que debemos recomendar, porque ya no quedan de ellos, solo el acetaminofén, que sería la alternativa”.

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El naproxeno se vende en Ecuador bajo las marcas de flanax, apronax, naprosyn, entre otros.

Laboratorios Roche, que distribuye apronax, no emitió un comunicado sobre los resultados del estudio. Una empleada de la entidad dijo ayer que el documento debía ser enviado desde Suiza.