El objetivo es que los artesanos de la Península puedan trabajar con la concha perla y comercializarla.

En pequeños tanques de los laboratorios de la planta del Cenaim (Centro Nacional de Acuicultura e Investigaciones Marina) ubicada en San Pedro (península de Santa Elena), se realiza un novedoso experimento con la concha perla, que consiste en introducirle un molde pequeño, con cualquier figura,  para que la concha brote el nácar encima del objeto que luego podrá ser comercializado en forma de botones, dijes, adornos, etcétera.

Lo que se pretende es trasladar el experimento a los artesanos de la Península para que obtengan otra forma de ingreso. De esta forma, el Cenaim, cuyo fin es la investigación científica aplicada con el propósito de mejorar la competitividad nacional, apoyar las exportaciones y el crecimiento sustentable del país, espera incursionar también en el área de proyectos sociales.

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“La idea es trabajar en zonas de reserva de la concha perla, como la Isla de la Plata, y el proyecto tiene el valor agregado de que el poblador y el artesano valoren eso al mismo tiempo que lo usan en su beneficio siempre bajo regulaciones”, explicó el doctor en acuicultura Jorge Calderón, director del Cenaim.

La tecnología de este proyecto, explicó Calderón, estará lista en aproximadamente dos años, pues para transferirla al artesano será necesario reproducir el animal, cultivarlo en etapa juvenil para luego resembrarlo en el medio y capacitar la mano de obra.

El experimento de la concha perla, así como otros, se dieron a conocer el sábado pasado, durante una mañana de campo en las instalaciones de San Pedro y Palmar, a la que asistieron directivos de la fundación Cenaim-Espol y representantes de la empresa privada.

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Otras tecnologías que se dieron a conocer y que aún no están a nivel comercial, son las de reproducción de scallops (variedad de concha) y ostras japonesas, así como el experimento que se realiza con la reproducción y crecimiento en cautiverio del pez huayaipe, muy apetecido, sobre todo en Japón, para el shushi.

La mañana de campo incluyó un recorrido por la estación experimental de Palmar, que cuenta con 99 piscinas camaroneras y de policultivo (camarón-ostras, camarón-peces) a escala real, de 500, 1.000 y 2.500 metros cuadrados. “Ahora la estación experimental nos permite aplicar los resultados del laboratorio a una escala muy parecida a la comercial”, indicó Calderón.

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El Cenaim, uno de  cuyos avances más importantes ha sido el control del virus de la mancha blanca que ataca al camarón, espera una producción de 8 mil kilos de camarón por hectárea.

Por dentro

Creación

En 1990 la Espol (Escuela Superior Politécnica del Litoral) creó el Cenaim (Centro Nacional de Acuicultura e Investigaciones Marinas). En 1995 la Espol convirtió al Cenaim en una fundación con el propósito de que la participación principal venga del Estado y de esa forma la investigación fuera transferible a la producción y no estuviera limitada al ente académico.

Empresa privada
La mayoría de miembros de la junta general y del directorio de la fundación Cenaim-Espol, son empresarios, no necesariamente de acuicultura.

Socios
Otro socio es el Estado, pues en 1996, el entonces vicepresidente de la República, Eduardo Peña Triviño, donó al Cenaim bonos del Estado por $ 7 millones, a través de cuyos rendimientos la Fundación cubre sus gastos corrientes. El ministro de Industrias es también parte del directorio, así como un representante de la Cámara Nacional de Acuicultura.

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