Es el más grande del país. Allí los aviones de guerra lanzan bombas de 250 kg. FAE cercará área de maniobras.

Es inevitable: los pilotos de aviones de guerra subsónicos y supersónicos de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) seguirán haciendo prácticas en los alrededores de la comuna San Antonio del cantón General Villamil Playas (Guayas), habitado por 300 familias.

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El anuncio lo hizo ayer el vocero de la entidad y también director de Planificación, coronel Jorge Gabela Bueno. Él llegó a Guayaquil, enviado por la Comandancia de su Fuerza, en Quito, para responder a las denuncias de los habitantes de la población: que hay muertos y lisiados permanentes por municiones olvidadas e incluso que sus viviendas registran fisuras debido a los estallidos de arsenal bélico.

La Asociación Comunal y el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos piden que los militares ya no operen en el polígono de San Antonio, que está a solo un km de la zona poblada, no tiene ninguna advertencia del peligro y es el más grande del país. Y la FAE ayer reveló su extensión real: 10.448 hectáreas. El terreno fue adjudicado el 2 de abril de 1992 por el ex Instituto de Reforma Agraria y Colonización (Ierac).

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La FAE admitió que sí hay víctimas, “pero se los indemnizó”. El vocero se refería a la tragedia del 1 de noviembre del 2000. Aquella tarde estalló una granada mientras los hermanos José y Luis Torres Rocohano, de entonces 14 y 20 años, buscaban los chivos que se escaparon del patio de su casa. “A ambos se les pagó los gastos médicos (1.194,50 dólares). Sus familiares firmaron un acta transaccional (19 de diciembre del 2000) e incluso estuvieron agradecidos”, reiteró el coronel.

Julia Rocohano tiene su versión. Ella es la madre de los afectados: El menor no puede ver con el ojo derecho y el mayor tiene las manos parcialmente inhábiles. “Firmé ese documento por desesperación. Debíamos pagar los gastos del hospital Luis Vernaza (de Guayaquil). La FAE me exigió que no denunciara el hecho. Ahora no tenemos ninguna ayuda y lo que hago es tratar de recoger dinero para llevar a José Alejandro al hospital de Playas”.

La FAE recalcó ayer que no deslinda responsabilidades, mas, también culpa a los jóvenes, “que no pueden entrar, ni ellos ni nadie, a propiedad privada. Eso fue una imprudencia de ellos”, en palabras del vocero de la entidad. Y, enfáticamente, agregó que “nosotros estábamos antes que la población. ¿Por qué tenemos que irnos? Era un área despampada y, como sucede en todas partes del mundo, a lado de cuarteles comienza la población a crecer”.

Solo en el último año, según los registros militares, se han lanzado sobre el polígono 78 bombas, las más potentes: 70 Mk-82 (blancos generales) y 8 denominadas Durandal (blancos específicos). Cada una tiene un peso de 250 kg y sus esquirlas se pueden dispersar hasta en 100 metros a la redonda. Las maniobras fueron ejecutadas con aviones de las bases de Taura y Manta.

“Nosotros nos encargamos de que no quede ninguna sin explotar”, refirió el vocero.

La FAE reconoció que no avisa a la población cuándo se dan los ejercicios. “Ellos ya saben que nosotros estamos aquí hace 23 años. No podemos estar diciéndoles cada vez que vamos”, justifica Gabela, un piloto de 49 años y militar hace 30.

ara él, la FAE tiene un presupuesto limitado y “pese a ello vamos a poner otra vez una cerca en la zona (no especificó fecha), porque dos veces ya se la han robado. No podemos poner a alguien a vigilar allí constantemente”.

Y el oficial culpó de las fisuras de las casas “que son viejas” al trabajo en las canteras que realizan los habitantes para extraer piedras de construcción. También dijo que desde el 2000 ya no hace prácticas allí el Ejército. Esta Fuerza sostuvo lo contrario.

TEXTUAL
“No es que estamos lanzando todos los días armamento real. No hemos estado yendo todos los días al polígono y eso nos debe preocupar a los ecuatorianos, que el entrenamiento de la FAE no tiene la continuidad como debe ser, porque sus recursos han sido mermados”.

"El ruido de aviones va a afectar a los caballeros que viven allí. Es algo inevitable. Los ecuatorianos debemos estar pendientes de que los aviones estén volando. Así se entrena la FAE”.
Crnel. Jorge Gabela Bueno
Director de Planificación de la FAE